Realizar ejercicios de suelo es muy importante ya que están orientados a una tonificación general de la musculatura a través de una serie de ejercicios, movimientos y posturas que utilizando únicamente el peso del cuerpo, van a movilizar las principales articulaciones del cuerpo. De este modo, vamos a estimular principalmente la musculatura del tronco, así como la musculatura de los brazos y de las piernas en su relación con el tronco.
Los movimientos son muy fáciles, de hecho la gran mayoría solo movilizan los brazos o las piernas, y solo unos pocos movilizan parcialmente el peso del cuerpo (las flexiones de brazos con rodillas apoyadas, o la extensión de cadera); de ahí que el nivel de exigencia de los ejercicios en el suelo sea baja, pero intensa.
El bajo nivel de dificultad de estos ejercicios, hace que sea accesibles para todas las alumnas aunque en cada caso cumpliría una función diferente.
Para las alumnas principiantes, los ejercicios de suelo puede resultar un reto en sí mismo si cada ejercicio se ejecuta con un número de repeticiones adecuado. En cualquier caso, si encontraras que algún movimiento te resulta molesto o doloroso, te recomendamos que lo evites o que busques una buena alternativa. Por lo general, los ejercicios siempre son susceptibles de ser adaptados en función de las necesidades, y en esta página se hará mención a posibles variaciones de los movimientos.
Por otro lado, las alumnas más experimentadas pueden encontrar en esta parte de la clase un recurso de gimnasia compensatoria o de recuperación tras actividades más intensas que le puede ayudar a equilibrar el tono muscular del tronco, así como movilizar la pelvis, la cadera y las escápulas.
Los ejercicios de suelo nos van a ayudar a compensar desequilibrios musculares y posturales. Es un trabajo de refresco, con el que retomamos un tipo de actividad que quizás ya habíamos abandonado hace muchos años.
Igualmente, tenemos que tener mucho cuidado con los ejercicios abdominales que practicamos. No es que no podamos realizar abdominales sino que debemos hacerlos practicando los que mejor se adaptan a nuestra fisonomía, esto es, los que no dañan nuestro suelo pélvico.
Cuando pensamos en desintoxicarnos, no hay que pensar solo en limpiar el cuerpo sino también la mente. Todos tenemos etapas con mayor grado de pensamientos tóxicos y nocivos. Lamentablemente, a todos nos pasa o ha pasado en algún momento. El ballet, como actividad completa, es siempre desintoxicante. Y por otra parte constituye un entrenamiento en la plena presencia, en ser conscientes del aquí y ahora.
Además, conviene recordar que cuerpo y mente son una misma cosa. En la práctica del ballet se únen y trabajan juntas.
Pero para lograr poder hacer la actividad que queremos, necesitamos primero conseguir un cuerpo sano y equilibrado y una mente en decidida y centrada. Así que cuando hablamos de Detox Ballet® no nos referimos, ni mucho menos, a un estilo particular de ballet, nos referimos más bien a la práctica de aquellas posiciones y ejercicios más adecuadas para estimular la depuración del organismo. Y las hay, muchas!
