El principal problema de acumular gran cantidad de grasa viene dado por la alimentación.
El exceso de productos ultraprocesados, hidratos de carbono, alcohol, refrescos, frituras y grasas saturadas son los culpables. Llevar una alimentación saludable y equilibrada, en la que prevalezcan las frutas y verduras, te hará mejorar tu estado de salud. No se trata de eliminar ningún grupo nutricional (proteína, hidratos o grasas), ni de realizar dietas milagrosas; tan solo debes dar prioridad a alimentos frescos y naturales.
Realiza ejercicio físico de manera habitual
La alimentación es uno de los tres factores claves para conseguir reducir el abdomen. El segundo es realizar ejercicio físico de forma habitual, entre 4 y 5 veces a la semana. Mantenernos activos durante el día es bastante complicado, sobre todo si trabajamos sentados y nos trasladamos en transporte. Introduce ciertos cambios en tu rutina diaria, como ir andando o en bicicleta al trabajo, subir las escaleras en lugar de coger el ascensor, etc.
Descansa adecuadamente
Por último, nada será posible si no descansas correctamente por las noches. La estabilidad y calidad del sueño es fundamental para permitir que el cuerpo se recupere del entrenamiento, pierda grasa y siga creando masa muscular. Recuerda que los expertos recomiendan dormir entre 7 y 10 horas, aunque cada persona cuenta con una necesidades diferentes. También puedes recurrir a siestas durante el día para seguir reponiendo de energía a tu organismo. Fuente Internet.