La bajada de temperaturas invita a cubrirse más y, en algunas ocasiones, la extensión de nuestras prendas de vestir implica algún que otro descuido en materia de alimentación.
Antes de que esto suceda, repasamos todas las alternativas que tienes a tu alcance para no descuidar tu alimentación durante los meses de frío. Y no sólo para evitar que algún que otro kilo de más te juegue una mala pasada, sino también para que te sientas mejor.
¿Hay que variar el consumo de carne en invierno?
La ingesta de carne no tiene porque modificarse en invierno en relación con otras épocas del año, pero puede variar el preparado de los platos, por ejemplo en Navidad, con más cocinado en el horno. Sin embargo, el consumo de proteínas a través del macronutriente que contiene la carne, debe seguir siendo el mismo.
¿Hay que beber menos agua o tomar menos líquido en invierno?
Eso nunca, a pesar de la bajada de las temperaturas, es importante seguir reponiendo los líquidos que eliminamos a través de procesos como el sudor, la orina e incluso a través del aire que exhalamos. Es normal que con la llegada del frío, el cuerpo pida menos agua que en verano, pero hay que mantener los 1,5-2 litros de líquido al día, a través del agua, pero también mediante el consumo de leche, sopas, zumo, fruta, u otros alimentos.
Mucha gente desconoce que cuando aparece la sed, el cuerpo lleva hora y media pidiendo agua. El invierno es un buen momento para tomar bebidas calientes, té, infusiones, incluso un chocolate caliente de vez en cuando.
¿La alimentación puede prevenir el riesgo de enfermedades?
Una alimentación de calidad puede ser de mucha ayuda para evitar enfermar con la llegada del frío, como contraer resfriados. La ingesta de vitamina C, que está en alimentos como el brócoli, pimiento rojo, kiwi o , naranja, entre otros, ayudar en la formación del colágeno, una proteína estructural que hace de escudo frente a microorganismos externos.
La vitamina D también ayuda a través del sol, pero con la llegada del invierno nos exponemos menos al sol. Es importante suplementar este efecto a través de alimentos como la yema del huevo o el queso, por ejemplo.
Buena combinación
Mantener una dieta saludable es la combinación de alimentos. ¿Sabías que el hierro se absorbe mejor con ciertas comidas o que la mezcla de cereales y legumbres es muy buena? La idea es alimentarse bien y sacar el mejor provecho de cada uno de los ingredientes.
La necesidad de mantener una adecuada temperatura corporal es un factor determinante del gasto energético, sin embargo, la calefacción lograda con la vestimenta y con el control de la temperatura ambiental, descartan esta variable como factor relevante en la modificación de la ingesta alimentaria durante el invierno.
Por otra parte, en esta época, en general se disminuye la actividad física, lo cual sería otro motivo por el cual es aconsejable mantener una ingesta estable de calorías y de grasas en comparación con el resto del año.
- Mantener los horarios de alimentación.
- Modificar la temperatura de las comidas o acompañar con alimentos tibios como sopas, consomé o incluso té.
- Realizar actividad física, en espacios cubiertos y bien ventilados. No parar de hacer ejercicio si se está sano.
- Programar actividades adecuadas a la época del año. Fuente Internet.