El ballet no es patrimonio ni de los bailarines profesionales ni de los niños que aspiran a serlo, sino de todos los que queremos – y podemos – acceder a él. Hoy en día, la edad ya no es un impedimento para practicarlo. La danza clásica es una disciplina ideal para cualquier adulto pasados los 30 años. Se puede disfrutar y aprender de ella sin tener un cuerpo perfecto ni unas condiciones físicas especiales.
El ingrediente más importante para empezar es la motivación. Todo es ponerse y tomárselo como en realidad es para el caso de adultos sin ambiciones profesionales en este ámbito: básicamente una actividad física y de gran belleza.
10 razones para practicar ballet:
1. Desarolla el intelecto y la creatividad
2. Ayuda a mejorar la postura y a afinarla
3. Mejora la flexibilidad de ligamentos y articulaciones
4. Ayuda a que la circulación fluya
5. Favorece el drenaje de líquidos y toxinas y la eliminación de grasas
6. Fortalece la musculatura
7. Motiva a desarrolar la memoria
8. Reduce el estrés
9. Mejora la coordinación y agilidad
10. Dota de feminidad
Lo importante es que la persona que lo practica se sienta siempre cómoda y motivada con el ejercicio, de forma que pueda ir adquiriendo más capacidades y enfrentándose a pequeños retos cada vez más complicados.