Nos dijo adiós a los 91 años en su mansión de Beverly Hills, en la silla de ruedas en la que estuvo postrada los últimos años de su vida, por una caída, a pesar de lo cual nunca abandonó su pasión por el agua. Todo un ejemplo que admirar.
La protagonista de clásicos como Ziegfeld Follies (1945), Neptune’s Daughter (1949) o Take Me Out to the Ball Game (1949) fue una de las grandes estrellas de los estudios MGM y de los ballets acuáticos cinematográficos de las décadas de 1940 y 1950.
Williams estaba confinada a una silla de ruedas desde hace años por una caída Unas películas famosas por una fórmula que mezclaba romance, música, toques de comedia y un argumento ligero con cualquier excusa para que la actriz apareciera en el agua. Su imagen en traje de baño, perpetuada en decenas de películas, fue una de las imágenes favoritas para los soldados estadounidenses durante la II Guerra Mundial.
Williams fue seleccionada a los 16 años para competir en los Juegos Olímpicos de 1940, aunque finalmente éstos fueron cancelados debido al comienzo de la II Guerra Mundial. Para entonces ya había batido varios récords nacionales y regionales de natación como parte del Los Angeles Athletic Club.
De ahí se incorporó al espectáculo Billy Rose Aquacade, en compañía de otra gran figura de aquel deporte: Johnny Weismuller. Su desparpajo llamó la atención de los grandes ejecutivos de Hollywood y en especial del estudio Metro-Goldwin-Mayer, quien comenzó a tentar a Williams con la posibilidad de adaptar ese show a la gran pantalla. Finalmente aceptó y con ella, su sonrisa, sus movimientos y su atractivo, llegó el llamado ballet acuático cinematográfico, donde se mezclaban las actuaciones con coreografías de natación sincronizada.
Con su sonrisa y su eslaticidad comandó el ballet acuático en la industria del cine como nadie antes lo había hecho. Supo combinar como nadie la natación sincronizada y las coreografías que le encargaban.
Comentarista olímpica
También participó en los Juegos Olímpicos de Los Ángeles (1984) como comentarista. De hecho, Williams fue una de las principales valedoras para conseguir que la natación sincronizada fuese incluida oficialmente como deporte olímpico ese año.
Williams estaba confinada a una silla de ruedas desde hace años por una caída, pero se mantenía activa y disfrutando de baños en su piscina de agua calentada con energía solar, según dijo en agosto de 2011 su cuarto marido, Edward Bell. Anteriormente estuvo casada con Leonard Kovner, el cantante y actor Ben Gage, y el actor y director argentino Fernando Lamas. Williams es la madrastra de Lorenzo Lamas.
«Nadar es el único deporte que puedes practicar desde tu primer baño hasta el último. Y sin lesiones», afirmó la mítica actriz, según relataba su marido en un correo electrónico por la celebración de su 90 cumpleaños. Fuente EFE. 06.06.2013.