Porque alimentación y ballet van de la mano, resulta fundamental continuar por medio de la dieta el trabajo hecho en la sala de danza para fortalecer los músculos.
Si las proteínas son el sustento de una masa muscular y, por tanto, de uno cuerpo tonificados, la reducción de volumen y grasa también pasa por la reducción moderada de las calorías que ingerimos diariamente. “Si pensamos que en una mujer el consumo energético diario estaría alrededor de 2.500 calorías, sería válida una dieta hipocalórica de alrededor 1.200-1.500 calorías”, explica la nutricionista de Mira+Cueto, que insiste en que la dieta ha de ser equilibrada y abundante en proteínas.
Proteínas sí, azúcares refinados no. Los azúcares refinados no favorecen para tener un cuerpo firme. Son energía fácil que no se transforma en proteína, sino directamente en glucosa para el organismo. Y en caso de que nuestro organismo no necesite glucosa se produce grasa de depósito”, explica Mar Mira, que también recomienda con vehemencia evitar el alcohol ya que “son calorías vacías que producirán el mismo mecanismo que los azúcares refinados”.
También Mar Mira nos recomienda tomar a media mañana y a media tarde snacks que contentan un mínimo de 40-50 gramos de proteínas, así como Omega 3 (puede ser mediante unas nueces). Y la experta añade otra máxima. “Tomar huevo en el desayuno ayuda a la reparación muscular”.
En las cinco comidas diarias que tenemos que realizar no podemos olvidar las carnes, el pescado, las legumbres -sanísimo el hummus que proponen en Wanda Café como tentempié de media tarde- y los productos ovolácteos -es fundamental respetar la pirámide de nutrición para conseguir el perfecto equilibrio-. Suma a tus desayunos unas lonchas de pavo o un huevo pasado por agua, elige platos como el carpaccio de pulpo, la sepia a la plancha o un filete de ternera y disfrútalos. Y sobre todo, aprovéchate de los súper alimentos y sus múltiples beneficios. Fuente Vogue España.