Durante el invierno, incluso a las personas que se sienten motivadas a ir a ballet les cuesta trabajo cumplir con sus clases. A muchas de nosotras nos puede resultar muy cómodo posponer el ejercicio y quedarnos calentitas en casa.
Que el frío no se convierta en una excusa y haz lo que esté en tu mano para seguir practicando vida también en esta época del año.
Es importante para conservar sano el corazón que continúes con tus clases habituales de danza clásica durante los meses de frío. Hacerlo reportará beneficios adicionales. En primer lugar, el ejercicio es una excelente forma de curar la «depresión invernal». En segundo lugar, aumenta los niveles de energía, que tienden a ser menores durante épocas de tiempo frío o días oscuros.
Por último, una clase de ballet estimula el sistema inmunitario, por lo cual es posible que notes que sufres menos resfriados invernales. Desde el Estudio Ballet Barcelona® os animamos a “desafríar” el invierno, plantarle cara y salir ahí fuera a seguir disfrutando de la vida y del ballet, por supuesto.
Por eso, aquí va una lista que seguro vas a querer descubrir, compartir y hará que disfrutes del ballet este invierno.
1 – Comienza gradualmente. Si has estado haciendo ejercicio y realizando actividades enérgicas, estará listo para practicar danza en invierno. Sin embargo, al igual que con cualquier programa de ejercicio, debes comenzar a ponerte en forma poco a poco.
2 – Vístete en capas. No te vistas con ropa demasiado abrigada. La clase de ballet genera mucho calor. En cuanto reduzcas la intensidad del ejercicio y el sudor se comience a secar, te dará frío. Lo mejor es vestirse con capas de ropa que pueda quitarse apenas comience a sudar y luego volver a ponérselas cuando se vaya enfriando.
3 – Protéje los pies. Cuando sales al frío, la sangre se dirige hacia el centro del cuerpo. Eso significa que es más probable que se te enfríen las manos y los pies. Pónte un par de calcetines gruesos encima de las zapatillas de ballet.
4 – Manténte hidratada. No olvides tomar mucha agua antes y después del ejercicio, así como durante el mismo. Las bebidas deportivas reponen la sal y los minerales que se eliminan en el sudor, pero por lo general una alimentación saludable es suficiente para ese fin.
5 – Entérate de la sensación térmica. La sensación térmica puede hacer que sientas más frío del que hace realmente. Las actividades como el ballet también generan sensación térmica.
6 – Enfocar bien el calentamiento en invierno es esencial, pues las bajas temperaturas afectan a los músculos, los tendones y los ligamentos, y cuesta un poco más acondicionarlos para la práctica física. Con algunas series de estiramientos lentos y minuciosos liberaremos los tendones de la tensión y el estrés que el frío les causa. ¿Frío? ¡Muévete!
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