A diferencia de las relaciones con la familia, con los amigos el vínculo se elige, no se hereda.
A diferencia del amor de pareja, en la amistad no hay compromisos, ni pactos de exclusividad. Además, toda forma de amor exige que haya amistad, pero la amistad no exige que estén involucradas otras formas de amor.
Elige a tus amigas con cuidado.
Deben tener tu misma sonrisa, tu pasión por la vida y tu mismo trastorno mental. Dicen que quien tiene un amigo, tiene un tesoro. Y es verdad. Los buenos amigos son un bálsamo para la vida y un antídoto contra las enfermedades físicas y emocionales. Sin embargo, no todas las personas con las que tenemos un trato continuo son nuestras amigas.
Ni todos quienes se dicen nuestros amigos lo son de verdad.
La amistad verdadera se construye entre dos. Más que repasar si tus amigos cumplen con todos esos requisitos, te invitamos a hacer el ejercicio de evaluar qué tan buen amigo eres tú. De seguro, quien sabe ser amigo encuentra amigos de verdad. Las amistades profundas y sinceras son escasas y, por eso mismo, es bueno que aprendamos a valorarlas