Vivenciando los Arquetipos femeninos a través de La Danza Libre

Al moverse, la vivencia de danzar un arquetipo, nos llevará a diferentes polos de dentro del modelo de movimiento planteado por la danza. De esta manera, nos puede recordar el potencial genético o llevarnos a la gracia. También puede que el arquetipo despierte la consciencia del movimiento o nos lleve a una experiencia oceánica. Cada arquetipo que voy presentando, despertó en mí alguno de esos polos, que son los que presento.

Por Elizabeth Miramontes Montoya

«La idea de “vivenciar” los mitos de las religiones cósmicas, con fines de integración personal, ha sido extremadamente fecunda. Se han realizado la aplicación de estos mitos y arquetipos en experiencias ceremoniales con los instrumentos de Biodanza. Estos mitos y arquetipos, en versión contemporánea, tienen extraordinaria fuerza de transformación. Numerosos Profesores de Biodanza aplican actualmente el Proyecto Minotauro; por lo tanto, en Biodanza existe una extensión basada en mitos y arquetipos.» – Rolando Toro Araneda

1 ¿QUE ES UN ARQUETIPO?
Jung denominó a las imágenes a través de las cuales se manifiesta el inconsciente como “imágenes arquetípicas”.

La palabra griega arjé indica principio, origen; tipo, deriva de un verbo griego que significa “modelar” y del correspondiente sustantivo que indica una imagen o modelo. Así Arquetipo significa el modelo a partir del cual se configuran las copias, el patrón subyacente, el punto inicial a partir del cual algo se despliega. Jung distinguía entre arquetipos e imágenes arquetípicas. Reconoció que lo que nos llega a nuestra conciencia son siempre imágenes arquetípicas – manifestaciones concretas y particulares que están influidas por factores socioculturales e individuales. Los arquetipos mismos, dice Jung, son vacíos y carentes de forma, nunca podemos verlo excepto cuando se vuelven conscientes, cuando se llenan de contenido individual.

El interés de Jung por las imágenes arquetípicas refleja más énfasis en la forma del pensamiento inconsciente que en su contenido. Nuestra capacidad para responder a la experiencia como criaturas creadoras de imágenes es heredada, se nos da con nuestra humanidad. Las imágenes arquetípicas que aparecen en mis sueños son de la misma capacidad humana que dio lugar a las antiguas mitologías de nuestros antepasados. Los mitos no son causas de las manifestaciones contemporáneas e individuales, sino que existen en el mismo plano como analogías. De esta manera, “yo no soy sólo lo que he pensado, como proponía Descartes, ni lo que he hecho, como pretenden los existencialistas, sino también como Gastón Bachelard ha mostrado tan poderosamente, lo que he imaginado y recordado”.

2 EL MITO
Los mitos son las narraciones y doctrinas tradicionales, no justificadas racionalmente, acerca del mundo, los humanos y los dioses.

Del griego mythos (palabra, narración, discurso). En el mundo griego, los mitos eran narraciones transmitidas oralmente y fueron sistematizadas por Hesíodo (“Teogonía” y “Los Trabajos y los Días”) y Homero (“La Iliada” y “La Odisea”). Los mitos contaban a los griegos el origen del mundo, el origen, relación genealógica y número de los dioses, el origen de la humanidad…; describían igualmente aspectos vitales como los relativos a la vida, la muerte, el amor, el destino, la libertad, la culpa. Los mitos les enseñaban también reglas políticas, sociales y morales, e incluso reglas técnicas para la fabricación de armas y útiles de trabajo. Con la aparición de la filosofía los mitos compitieron con las descripciones racionales en su pretensión de explicar los acontecimientos básicos de la Naturaleza (tormentas, viento, nacimiento de animales y seres humanos) y el sentido último de la existencia.

Todas las culturas tienen mitos, lo que muestra qué estos y la actitud vital fundamental que los genera deben descansar en cuestiones de absoluta necesidad para el género humano; y las necesidades básicas de mujeres y hombres se refieren a dos géneros de problemas:

• Problemas relativos a su vida práctica, tales como la obtención de alimentos, la victoria en la guerra, la cura de las enfermedades, la procreación…
• Problemas teóricos en la comprensión del mundo: es común a todos los seres humanos la necesidad de comprender cómo es el mundo, de qué entidades está poblado, de dónde viene el grupo al que uno pertenece y en último término la especie humana misma, qué se sigue tras la enfermedad y la muerte…; todas las culturas han intentado dar soluciones teóricas a estas grandes cuestiones, y, hasta la aparición de la filosofía y la ciencia, las soluciones han tenido la forma de mitos o leyendas y de descripciones religiosas.

  • La actitud mítica genera mitos, ritos y fetiches como instrumentos fundamentales para la resolución de aquellos problemas básicos.
  • La facultad que más interviene en la creación de mitos, ritos y fetiches es la imaginación.

Cabe destacar tres rasgos en la “lógica” de la actitud mítica:

1. Personifica y diviniza las fuerzas naturales: la muerte, la vida, el amor, el trueno, la guerra, la fertilidad, la lluvia… son dioses a los que se les puede pedir una intervención beneficiosa para el individuo y el grupo mediante oraciones y plegarias.
2. Los sucesos del mundo se hacen depender de la voluntad de un dios: si no llueve ―o si llueve en exceso― es porque no se ha rendido culto adecuadamente al dios de la lluvia; si una enfermedad diezma nuestro poblado es porque un dios está irritado con nosotros; si perdemos la guerra es porque el enemigo tenía dioses más pode-rosos que los nuestros…
3. Los objetos tienen propiedades distintas a las naturales: una piedra ―tras el ritual correspondiente por el que se convierte en talismán―, es mágica, no posee sólo las propiedades naturales (peso, tamaño, dureza…), además con ella cura-mos enfer-medades, convocamos a los dioses o a los espíritus…

Mediante los mitos el mujeres y hombres conseguían dar una explicación a los distintos acontecimientos de su vida, tanto los relativos a cuestiones concretas pero fundamentales de su existencia (el desenlace de una batalla, la muerte de un amigo…), como a los grandes problemas de la vida (el nacimiento, la muerte, el sufrimiento, el origen del mundo…), y mediante los ritos y los fetiches creía poder dominar las fuerzas de la naturaleza y de la vida social de acuerdo con sus propios intereses.

Estos tres elementos llevan a considerar que en el mundo reina el capricho, la arbitrariedad de los dioses, y, por lo tanto, que en la actitud mítica el mundo se presenta como siendo un Caos más que un Cosmos. Los dioses son arbitrarios en su conducta, aunque no tanto como para que no se puedan controlar mediante ritos y plegarias (no es extraño que un elemento común en toda cultura que posea mitos sea el que los humanos pueden atraer la voluntad de sus dioses mediante algún tipo de práctica ritual).

Artículo completo: biodanzahoy.cl/monografias/Arquetipos

Invocation, 1889 Lord Frederick Leighton (1830-1896)
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