Este es el escenario más común: después de un día ajetreado, vas a tomar tu clase de ballet, que coincide con la hora de la cena. ¿Qué comemos?. Aquí hay algunas claves para llenarse de energía y tener una cena ligera y nutritiva para prepararse para una buena noche de sueño reparador, aprovechar al máximo la clase de baile.
Un buen aperitivo antes de la clase de ballet
Se recomienda consumir una «ración de espera» antes de practicar una actividad física de noche. Esta ración permitirá una contribución nutricional inmediatamente utilizable durante toda la clase de ballet esperando el momento de cenar.
¿Comer o no comer antes de hacer ballet?
Después de comer temes sentirte pesado, y te da cierta pereza ponerte en movimiento. Antes, te da miedo no tener suficiente energía para afrontar la sesión de ejercicio como te gustaría. Cada bailarina tiene su propia teoría al respecto. Así que sigues con la duda, ¿es preferible comer antes o después de hacer ejercicio físico?
1.- El organismo necesita energía para poder afrontar la sesión de ejercicio
Querer hacer ejercicio sin haber comido antes es como querer que un coche arranque con el depósito de gasolina vacío. El organismo necesita glucógeno para poder funcionar correctamente. Es el equivalente para tus músculos a la gasolina del vehículo. Así que olvídate de levantarte y hacer ejercicio sin desayunar si, como se suele decir, tienes la cena ya en los pies. No es una buena idea comenzar una sesión de ejercicio después de tantas horas sin tomar alimentos. Lo más probable es que te quedes rápidamente sin energía, agotado. Y con el inconveniente añadido de que tus músculos no podrán aprovechar todos los beneficios de la sesión física.
2.- Comer justo antes de ejercitarnos puede hacer que suframos una indigestión
Pretender enfrentarte a una clase de ballet inmediatamente después de una comida copiosa es un error. Y es que justo tras la ingesta, comienza el proceso de digestión, durante el cual parte de la sangre se desvía al estómago desde otras partes del cuerpo. Si en ese momento preciso realizamos una sesión de ejercicio físico moderado o alto, se interrumpiría ese proceso de digestión. Podrían aparecer problemas de náuseas y mareos. Y, en el peor de los casos, incluso sufrir un corte de digestión.
3.- Hacer ejercicio justo después de comer no te ayudará a quemar lo ingerido
Si uno de los motivos de ir a ballet es controlar tu peso, hacerlo justo después de comer no es lo más adecuado para este fin. Existe la falsa creencia, muy extendida, de que así quemas las calorías recién ingeridas. Pero la realidad es que en ese momento la comida aún está en el estómago, tu cuerpo no la ha metabolizado todavía.
En conclusión. ¿Es mejor comer antes o después de hacer ejercicio?
Lo ideal es realizar una ingesta moderada de alimentos saludables y energéticos aproximadamente entre media hora y dos horas y media antes de empezar tu clase. Así que desayunar o comer antes de ir tranquilamente a bailar es una buena idea. Seguramente cuando llegues allí, tu cuerpo ya estará preparado para afrontar la sesión de ejercicio y aprovecharla al máximo.
Carbohidratos
Sí, son justos y necesarios antes de un entrenamiento porque gracias a ellos aseguramos glucógeno a nuestro sistema muscular y, por tanto, energía para poder llevar a cabo la clase, retrasando la aparición de fatiga y mejorando nuestro rendimiento. ¿Los más recomendables? la mejor opción es pan, fruta sin piel y cereales bajos en fibra para una rápida asimilación y mejor digestión.
Proteínas
También es necesario un aporte proteico antes del entrenamiento pero en menor medida que los carbohidratos (suelen recomendarse comidas pre-entrenamiento con un 75% de carbohidratos y 25% de proteína). ¿Los motivos? Nos ayudan a absorver mejor los carbohidratos y aunque no nos ayudan a metabolizar las grasas, es cierto que si hay un aporte mayor de proteína que de carbohidratos se genera un déficit energético que el organismo intenta paliar movilizando las grasas acumuladas para generar energía. ¿Ejemplos de proteínas pre-entreno? Yogur descremado (puedes acompañarlo de copos de avena), queso batido 0%, huevos, queso y barritas de proteínas.
Semillas
Las semillas de lino o chía, ricas en Omega 3, aumentan la fuerza y el rendimiento aeróbico, tiene acción antiinflamatoria y previenen los problemas articulares y dolores musculares, acelerando la recuperación muscular después del esfuerzo físico. Al ser ricas en fibra, proteínas y grasa, su composición hace que la digestión sea más lenta, lo cual podría afectar a nuestro rendimiento durante el ejercicio si se consumen inmediatamente antes del mismo. Por todo esto son ideales para reponer los nutrientes que nuestro cuerpo necesita después de una clase de ballet.
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