A los 30 el cuerpo empieza a no mantenerse tan bien por sí solo y pasa a necesitar ayuda. ¿Puede ser demasiado tarde para empezar?
Si has cumplido los 30 y sueñas con estudiar danza clásica, pónte cuanto antes a ello. Sobre todo porque a partir de ahora el reloj biológico corre en tu contra y necesitarás mucho más que ganas para conseguirlo. Y es que en cuestiones de físico, lamentamos decirte que los 30 no son los nuevos 20.
Al músculo (y al cuerpo) hay que alimentarlo para evitar la pérdida de masa. Esto nos lleva a la buena noticia: todavía no es demasiado tarde para lograrlo. Por supuesto que es posible conseguir un cuerpo de bailarina y poder llevar adelante una clase para tu nivel empezando a partir de los 30, pero como a cualquier edad, no será nada fácil.
El ejercicio es una de las mejores maneras de retardar o evitar los problemas musculares, articulares y óseos. Un programa de ejercicio moderado puede mantener la fuerza, el equilibrio y la flexibilidad. El ejercicio ayuda a que los huesos permanezcan fuertes pero es fundamental llevar una dieta bien equilibrada con suficiente calcio y una alimentación saludable. Eso sí, también hay que ser conscientes de que influyen mucho los factores genéticos. Y en esto la edad no tiene nada que ver.
No cometas estos errores:
- Si empiezas ballet con algúna amiga que lleva tiempo yendo a clase, nunca trates de hacer los mismos ejercicios que ella. Esto produce cosas muy negativas: terribles agujetas, lesiones, desmoralización, resultados pobres y, por último, abandono.
- No te descargues por internet las clases de las alumnas de la Vagánova o del Bolshoi, o de cualquier figura de ballet internacional. ¿Tiene pinta de ser fácil? No, ¿verdad? Pues no intentes hacer lo mismo.
- No pidas consejo a la bailarina más joven de la clase, sino a una exbailarina cualificada (que ojo, ¡pueden coincidir!) Recuerda que el conocimiento está en el cerebro, y en la experiencia, no en la fuerza de las puntas.
- Pónte metas alcanzables, medibles y lógicas, por ejemplo dominar la postura de pies a cabeza a final de mes. Esto te hará motivarse al ver resultados lentos pero constantes. El secreto de un cuerpo de bailarina y el de poder seguir correctamente una clase, no es otro que la constancia debido a lo lento del proceso.
Si nunca has hecho danza clásica o si la quieres retomar, empieza con 1 o 2 clases a la semana para progresivamente ir en aumentando, es decir, más días. Llegados aquí una persona puede descubrir que para ella lo óptimo es hacer ejercicio cinco días a la semana, pero para otra pueden bastar con tres. También puede ocurrir que alguien responda mejor a clases moderadas y tu mejor amiga a clases mas fuertes e intensas.
Al final la clave es probar, escuchar a tu cuerpo, y quedarte con lo que mejor te funciona. Pónte metas alcanzables, medibles y lógicas.
Body Ballet® Carolina de Pedro
La correcta danza clásica para adultos.
Danza clásica, elongación y estiramientos para mujeres adultas.
– desde 2003 –