La actividad física y el ballet son posibles gracias a la contracción muscular. Así, la mayor o menor capacidad contráctil depende de multitud de factores, como el tamaño de la masa mus-cular, el tipo de fibra que compone el músculo y la capacidad de rendimiento energético. En gran medida, el rendimiento en una actividad física, o en clases regulares de ballet, depende de una correcta alimentación tanto previamente como en el momento del ejercicio.
La actividad física no solo es fundamental para tener buena salud, si no que, además, el cuerpo humano está diseñado para moverse.
Cuando se habla de combatir la obesidad, se suele hacer especial hincapié en la dieta, sin embargo, es necesario prestar más atención a la actividad física, ya que no hay alimentos malos ni buenos, si no un consumo abusivo o deficiente de los mismos. Además, lo más importante es encontrar el equilibrio entre la energía que se consume y la que se gasta y, en ese balance, el ejercicio es el determinante. La alimentación debe ser variada, moderada y equilibrada para cubrir las exigencias del organismo. En la obesidad influyen múltiples factores de diferente naturaleza, desde el componente genético (hubo un momento en el que la tendencia a engordar era un mecanismo de defensa ante periodos de escasez y esos genes ahorradores son los más susceptibles a la obesidad), hasta malos hábitos adquiridos, pasando por la influencia del entorno.
El cuerpo humano está “diseñado” para moverse, sin embargo, es el entorno el que favorece cada vez más la vida sedentaria y, para combatirlo, debemos concebir el ejercicio como un hábito cotidiano, saludable y necesario. En invierno es cuando más se ponen a prueba nuestras defensas por lo que se debe prestar especial atención a todo lo relacionado con la nutrición para evitar catarros, gripes y/o otras infecciones.
1-Las verduras y ensaladas: son esenciales por su fibra y vitaminas. (A los que las ensaladas en invierno no apetecen mucho, consumir las verduras en preparaciones calientes)
2-La fruta es también muy importante, recomendable comer de 2 a 3 raciones al día, y que al menos una de estas sea rica en vitamina C ( citricos, kiwi, piña, melón..).
3-Los cereales no podemos dejar de incluirlos. Escoger aquellos que contienen más fibra ( cereales integrales, granos enteros, legumbres); estos nos ofrecen más vitaminas y minerales que los refinados ( blancos).
4-El pescado : contiene muchas proteínas de alta calidad y pocas grasas. Es recomendable comer mínimo de 4- 5 raciones a la semana. De estas 1 o 2 raciones deberían ser de pescado azul por su contenido en Omega 3.
5-Las carnes magras, huevos y aves también son un gran aporte de proteínas. Recomendable consumir alrededor de 4 a 5 raciones a la semana.
6- Los lácteos desnatados o bebidas vegetales también son una buena opción para el desayuno, merienda o postre. Contiene calcio, proteínas y refuerzan las defensas.
7-Los frutos secos y aceite de oliva , muy importantes para una dieta sana y equilibrada.
Por último y muy importante, un error en invierno es no hidratase adecuadamente. La hidratación no puede dejarse de lado, aunque las temperaturas sean menores, el agua es esencial para que nuestro organismo funcione adecuadamente.