El comité de búsqueda de un nuevo director para la Wuppertal Danse Theater – mítica compañía creada en 1973 por la coreógrafa Pina Bausch – anunció que la elección había recaído finalmente en Boris Charmatz.
Este creador francés condujo el Centro Coreográfico Nacional de Rennes hasta 2018 y en 2019 estableció una nueva estructura escénica en Hauts-de France llamada “Terrain” (“Terreno”). Es el quinto director que asume aquel puesto desde la muerte de Pina Bausch en 2009.
La supervivencia de la Wuppertaler, o mejor dicho, de la enorme obra creada por Pina Bausch, suscitó a lo largo de una década las mismas preguntas, que también nos hacen volver a la manera en que ella dio forma a una producción colosal, medida en términos de su profundidad artística, su originalidad, y de su influencia en otros artistas; de la danza, pero también del teatro.
Después de la muerte de Pina, la compañía de Wuppertal continuó haciendo giras mundiales con el repertorio ya existente y con cuatro directores sucesivos: Dominique Mercy, desde 2009 hasta 2013, y luego Lutz Förster a partir de 2013; ambos han sido extraordinarios intérpretes de Pina Bausch durante décadas.
En 2017 asumió la dirección la rumana Adolphe Binder, quien encargó por primera vez dos obras de largo aliento a dos coreógrafos diferentes. En 2018 fue separada un poco bruscamente del cargo por el consejo asesor de la compañía y un tiempo después la reemplazó Bettina Wagner-Bergelt. Tanto una como la otra provenían del campo de la administración cultural y no son bailarinas ni coreógrafas.
En su discurso, pronunciado este jueves 21 de octubre, Boris explica su posición: “Necesitamos sumergirnos en el siglo XXI. Vengo aquí por el siglo XXI. Vengo a llevarnos el trabajo de Pina en una aventura del siglo XXI. Será una aventura. Vengo para que juntos podamos encontrar un nuevo terreno para la empresa». Por lo tanto, tendrá que lidiar con un repertorio célebre en todo el mundo, antiguos miembros de la troupe -algunos elegidos por Pina- y nuevos intérpretes. Y deseos. “Para abrazar verdaderamente una nueva visión de la empresa, la ciudad, el arte… también había que estar dispuesto a dejar pasar algo. Que por supuesto las obras de Pina seguirían formando parte del repertorio de la compañía, pero que también teníamos que dar un lugar primordial al presente y al futuro, si queríamos darnos la oportunidad de hacer gestos que importan”, resume Boris Charmatz.
Estará en el cargo durante 8 años, lo suficiente como para repensar los fundamentos. “Vengo para unirme a un impulso colectivo que todos necesitamos hoy. Soy un bailarín un poco solo ahora mismo, pero toda la compañía debería estar ahí en el escenario, más allá de un nuevo director, hay sobre todo una nueva dirección artística que quisiera entrenar todos los cuerpos, los de los bailarines del conjunto, pero también los de los habitantes de Wuppertal y Land Nordrhein-Westfalen, y mucho más allá. Incluso me gustaría traer a los habitantes franceses de Hauts-de-France a nuestra ronda, tengo un deseo de cooperación franco-alemana…. Incluso me gustaría que bailáramos con los ausentes, los muertos, los desaparecidos: con y para Pina Bausch, y también con y para toda la modernidad alemana y europea, el Valeska Gert, el Fassbinder, el Raimund Hoghe, el Else Lasker Schüler ” dijo el francés en una videoconferencia en vivo desde Wuppertal. Fuente Internet.