«Cómo ponerse en forma haciendo ballet» por Ana Morales y Carolina de Pedro Pascual para Vogue España.
La danza clásica tonifica, quema grasa, fortalece la zona abdominal y mejora tu capacidad de autocontrol.
El ballet tonifica los músculos, los alarga, ayuda a quemar grasa y calorías (hasta 250 en una sesión), trabaja (¡oh, milagro!) la zona abdominal, ayuda a mejorar la postura y potencia el autocontrol. Por eso (y por tantas otras cosas), modelos como Miranda Kerr, Doutzen Kroes y Lindsay Ellingson se debaten entre la práctica del yoga y la de la danza clásica (muchas de ellas son adictas al método de la bailarina americana Mary Helen Bowers, Ballet Beautiful).
Dos disciplinas afines que cada vez más mujeres practican de manera conjunta, entre otros motivos porque, tal y como nos explica la bailarina Carolina de Pedro Pascual, de Danza Ballet®, «ambas técnicas se complementan entre sí y conforman un buen conjunto de beneficios para cuerpo, mente y espíritu».
Ella es la creadora del método Body Ballet®, una fusión de baile clásico, moderno y barre à terre con asanas de yoga que pueden seguir mujeres de todas las edades que no quieren ir a un gimnasio pero que quieran incorporar en su cuerpo los beneficios que aportan disciplinas como la danza clásica. «Mis clases están pensadas para esculpir, trabajar y no agotar», afirma la bailarina.