Las manos y los brazos en el ballet clásico.

Los brazos de los bailarines son el centro de su expresividad. Los brazos son un elemento que deja ver, como el trabajo de piernas, el estilo y escuela a la que pertenece el bailarín. Cada gesto, ángulo y cada forma tienen un propósito y un precedente, lo que significa que los bailarines también deben ser técnicos en el arte de la expresión de los brazos, y las manos.

Los bailarines no tienen codos. Los bailarines tienen curvas suaves, y tienen dedos como lirios, y brazos que se mueven igual que olas rizadas por la brisa: como si no tuvieran un solo hueso. Aquí están los 5 errores más comunes cuando se trata de manos de ballet y cómo solucionarlos.


1. Manos rígidas

Algunos alumnos colocan inconscientemente los dedos de las manos en una posición sumamente “rígida”, manteniendo sus pulgares cuidadosamente pegados a la palma para evitar que sobresalgan. Desafortunadamente, esta postura es herrónea e incómoda (a menos que seas Coppélia) ya que evita la fluidez de las manos. Es importante permitir que sus manos “respiren” a través de los movimientos, y es la amortiguación del espacio entre los dedos y el pulgar lo que permite esta articulación natural. Por lo tanto, concéntrese en mantener un espacio de aire (aproximadamente 3 a 4 cm) entre el pulgar y los dedos y permita que el movimiento de las manos en su totalidad continúe hacia abajo del brazo y salga de las yemas de los dedos.

2. Las muñecas muertas

Sin duda, si eres un bailarín o bailarina de ballet, habrás escuchado a tu profesor regañar a un alumno u otro por muñecas rotas en varias ocasiones. Las manos, o las que están en un ángulo de noventa grados con respecto al brazo, restan valor a la estética del cuerpo del bailarín, particularmente de perfil. Tendemos a estar ocupados concentrándonos en levantar el cuerpo y no dejar caer la espalda, por lo que la mano se descuida y se deja caer como una flor marchita. Si, por el contrario, te concentras en imaginar que las yemas de tus dedos se extienden hacia una línea de horizonte invisible (y no disparan al suelo como en la imagen de la izquierda), te resultará mucho más fácil mantener una buena línea. El énfasis en el movimiento debe estar en el alargamiento suave de todo el cuerpo, de esa manera continuarás teniendo un buen flujo de energía en el brazo que evitará que se deslice hacia atrás en las muñecas rotas y arruine tu magnífico “arabesque”.

3. Las manos de Pac-Man o de garra

El problema: rigidez inconsciente de las manos y los dedos, mal manejo de la energía corporal (y mental) lo que lleva una forma de mano/garra rígida, con los pulgares sobresaliendo demasiado lejos de la mano e interrumpiendo la línea de los brazos. Las manos de una bailarina nunca tienen que ser rígidas; como tampoco lo tienen que ser las articulaciones de lo sbrazos y los movimientos de los dedos y las muñecas.

4. Brazos que se caen o “cortados” en su línea

Un pecado similar al de las manos de Pac-Man, es el de los brazos cortados en el lugar de las articulaciones. Como menciiono anteriormente, el paso más importante es anular el mal hábito existente y reemplazarlo por uno bueno, que requiere mucha atención y un poco de ayuda de su mejor amigo, el espejo. Y no estar rígidos. ¡Es importante que nuestras manos y brazos sean delicados, pero ten cuidado de no confundir delicadeza con debilidad! Siempre mantenga los codos levantados. La idea es que los brazos se vean elegantes pero se sientan fuertes.

5 – Falta de conciencia en la colocaión

No tener conciencia de la colocación y la forma de las manos y los brazos, tendrá como resultado un “port de bras” de lado inclinado, los bailarines y bailarinas deben ser particularmente conscientes de esto en la quinta posición, y en las demás posiciónes también. Esto también puede verse afectado por la mala posición y colocación de los hombros y la espalda. Asegúrate de que no esté favoreciendo más a un lado que a otro, y manten la columna vertebral recta como sea posible y los hombros iguales y paralelos todo lo que sea posible.

6 – Diferentes estilos y técnicas.
Una consideración fundamental que debemos mencionar al hablar de manos y “port de bras” es que las diferentes escuelas generalmente siguen uno de los cuatro métodos principales con diferentes atributos: Vaganova, Cecchetti, RAD y Balanchine, cuando se trata de “port de bras”, por lo que su trabajo ideal de brazos y manos pueden variar dependiendo de su estilo. Dependiendo de cada escuala y su método, algunas posiciones que son ideales para un bailarín pueden no ser muy correctas para otro.

Por ejemplo, los bailarines entrenados bajo el estilo de Balanchine tienden a tener formas más exageradas con los dedos y las muñecas, lo que significa que en realidad son famosos por popularizar el mano de garra.

  • El estilo de Balanchine también se caracteriza por ser el enfoque más neoclásico de la técnica.
  • Por otro lado, el método de Vaganova, apunta a la plasticidad del brazo con las manos como si el bailarín estuviera apretando ligeramente una moneda entre el pulgar y el dedo medio, con la otra mano.

En definitiva, los cuatro métodos mencionados siguen los mismos principios de la técnica clásica de ballet, y un estudio de cada uno de ellos puede ayudarte a identificar las diferencias entre su entrenamiento y el de otro. Fuente energetiksblog.com.au – February 24, 2017.

Karinska, “Diamonds” – Jewels, original 1967 Eileen Costa/©The Museum at FIT.
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