Cómo hacer ‘ballet’ en los meses de calor

El verano es una época maravillosa para hacer ballet y aprovechar el buen tiempo, incluso usando la danza como excusa para descubrir la ciudad donde pasemos las vacaciones, pero hay que prestar mucha atención a la temperatura, la hidratación y equiparnos adecuadamente.

El verano permite disfrutar del buen tiempo mientras hacemos ballet, pero hay que tener en cuenta una serie de consejos para no sufrir consecuencias indeseadas.

Los días son largos y llega el calor. Muchos aprovechan esta época para empezar a bailar, disfrutar del sol, de la naturaleza y, por supuesto, nunca viene mal un poco de Body Ballet® para mantener la forma. El cambio de clima es un tema especialmente interesante a la hora de hacer ‘ballet’ en verano, ya que tenemos que adaptar nuestros hábitos y el material que utilizamos para soportar un poco mejor los entrenamientos.

Las altas temperaturas, el cuidado de la piel o la hidratación son claves que cobran todavía más importancia en esta época del año. Sin embargo, podremos adaptarnos a la perfección con una serie de accesorios y consejos imprescindibles para correr durante la etapa estival.

No hay que olvidar que en verano hay que equiparse con materiales ligeros y frescos. Además, las toallas pequeñas y una botella de agua son de gran ayuda para las bailarinas que tienden a sudar en abundancia, ya que evitan el sudor en la cara.

En verano se suda más y eso provoca la aparición de otras ‘invitadas’ no deseadas: las rozaduras. Zonas como los muslos, las axilas o los pezones son más propensas a sufrir irritación por la combinación de calor, sudor y textil no adecuado. Ahí se puede aplicar vaselina o tratar de usar ropa deportiva técnica para correr en verano.

Las camisetas, pantalones y mallas técnicas están fabricadas con materiales adaptados, mucho más transpirables, ligeros y normalmente sin costuras para evitar las rozaduras. Es recomendable prestar especial atención a los calcetines, ya que en los pies será donde más se note el exceso de temperatura en verano: utilizar calcetines de ‘ballet’, cómodos y frescos, nos hará olvidarnos de las irritaciones que pueden acabar en ampollas.

Lo más importante: la hidratación

No es un consejo nuevo, ni mucho menos, pero hay que repetirlo una y otra vez para tenerlo siempre en mente: la hidratación es fundamental durante todo el año, y todavía más en verano. Si se sale a tu clase de ballet en esta época del año, siempre se debería ir acompañado de un botellín de agua o bebida isotónica para ir dando pequeños tragos durante el entrenamiento.

El objetivo es reponer los líquidos que se pierden por el exceso de sudoración, e incluso sería interesante acompañar la ingesta de agua con pastillas de sales si se va a realizar un entrenamiento prolongado.

Si llevar un botellín de agua no te parece cómodo, en el mercado existen multitud de accesorios para beber corriendo, como biberones ‘blandos’ que podemos ir estrujando a medida que se vacían y después caben en cualquier bolsillo; bidones con agarre o mochilas de hidratación con una bolsa interior en la que almacenar el líquido —además, estas bolsas sirven para llevar otros complementos, como el móvil, algún gel o las llaves-.

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