Seguir haciendo ejercicio cuando tienes un bebé no es fácil.
Puede resultar frustrante estar acostumbrada a hacer ballet regularmente -por ejemplo 2/3 veces por semana- y tener que reducir su práctica cuando tienes un bebé. Y la autoestima de una nueva mamá puede mermar al ver que su figura ya no es la de antes y, lejos de recuperarla, los kilos se van acumulando en su cuerpo. Por no hablar de la sensación de apagamiento, falta de energía, tristeza y depresión que puede producir la combinación de falta de sueño, sedentarismo y poca vida social.
Todos estos factores pueden llevarte a la temida depresión post parto, a la que contribuyen los cambios hormonales que se sufren durante el embarazo, post parto y lactancia. Hacer ejercicio puede ser la mejor medicina natural, para esquivarla y combatirla si ya ha aparecido.
Para empezar, poco a poco, salir cada día a caminar con tu bebé, a paso rápido para aumentar la intensidad del ejercicio y la quema de calorías, aunque sólo sean 20 minutos, te proporcionará las preciadas endorfinas, las hormonas de la felicidad que obrarán milagros en tu estado de ánimo.
Estos pequeños momentos de ejercicio diario -una alternativa para todas aquellas mamás que quieren mejorar su forma física y su aspecto, y no sentirse atrapadas en casa con su bebé- también te ayudarán a activar tu metabolismo, a ir perdiendo peso, a tonificar tus piernas y tu trasero, y a hacerte sentir mejor en tu piel. Todos los especialistas, médicos y expertos en fitness, están de acuerdo que el ejercicio es la mejor arma para combatir la depresión, aliviar la falta del sueño y regular el sistema hormonal.
Nueve meses aproximadamente es lo que necesita tu suelo pélvico para recuperarse tras el embarazo y el parto.
Mantenerse activa y ejercitarse durante el embarazo es una gran herramienta para prevenir la depresión.
Como regla general has de tener en cuenta que debes ir introduciendo el el ballet de manera suave y gradual. Hacer estiramientos en zonas específicas como vientre, abdomen, piernas o brazos son un buen modo de empezar a ejercitarte tras el parto. Pero, ya sabes, hazlo poco a poco. Una buena manera de empezar a coger el ritmo de la clase es la de hacer todos los ejercicios suavemente y, de forma progresiva, ir subiendo la intensidad y aligerando los pasos.
Las clase de danza clásica de nivel iniciación -o Body Ballet® – están recomendadas para la recuperación postparto puesto que alivian los dolores que como consecuencia del esfuerzo en el parto han podido aparecer, te hacen perder los kilos de más de forma segura, fortalecen los músculos, te ayudan a incrementar tu energía y corrigen tu postura corporal, disminuyendo el riesgo de dolor de espalda, el característico estreñimiento del postparto y la retención de líquidos, a la vez que evitan las posibles lesiones que se te puedan producir a causa de la fatiga.
¿Necesitas más razones para empezar a moverte? ¡Anímate! Tu cuerpo y tu bebé te lo agradecerán.