Después del estres y el ritmo de toda la semana y de una clase de ballet intensa, el domingo toca cuidarse y coger fuerzas para el lunes.
Un buen masaje para liberar tensiones, descargar los músculos y conseguir un estado de relajación que te haga sentirte como nueva siempre es bienvenido al igual que un buen baño después de un día de trabajo y estres. Te mereces tomarte un respiro y dedicarte un poco de tiempo.
Si no puedes acudir a un profesional no pasa nada. Coge a tu pareja, a una amiga, o a tu hermana y pídele un masaje. Para crear ambiente pon música de relajación y túmbate boca abajo.
Lo necesario para un masaje perfecto es una crema hidratante, extenderla mediante movimientos circulares con las manos, presionando, sobre todo en los puntos de dolor, pero sin hacer daño. Después, retirar el exceso de crema con una toalla y, como broche, un aceite hidratante es una buena idea. Una vez finalizado el masaje, cubrimos la espalda con una toalla. Ahora, un rato tumbadas boca abajo, en silencio y con una luz tenue. Verás como después te sientes como nueva y con las pilas cargadas.
Baño relajante
Olvídate de darte una ducha rápida. Tienes tiempo, así que llena la bañera con agua caliente, añade unas sales o aceites relajantes y dedícate, por lo menos, 20 minutos. Los baños tibios son una forma perfecta de terminar un día, pero sólo si te tomas el tiempo necesario para relajarte y deleitarte. Puedes usar aceites aromáticos calmantes, como el de lavanda. También es recomendable rociar tu almohada con algunas gotas de estos aceites.
Un buen masaje para liberar tensiones, descargar los músculos y conseguir un estado de relajación que te haga sentirte como nueva siempre es bienvenido al igual que un buen baño después de un día de trabajo y estres. Te mereces tomarte un respiro y dedicarte un poco de tiempo.
El agua es la parte más importante de tu baño relajante. Llena la bañera a una temperatura aproximada de 30 grados. Si está mucho más caliente te quemarás, pero si está más fría no lograrás relajarte. Las sales de baño y los aceites aromáticos pueden conseguir que un baño relajante se convierta en una experiencia digna de un balneario. En cualquier tienda de artículos de baño podrás encontrar aceites de todo tipo: de pino, de menta, de eucalipto, de romero, etc.
Si no tienes ninguno de estos aceites a mano, hay algunos remedios caseros que puedes usar.
Puedes preparar una infusión de menta, una manzanilla o una valeriana y verterla en la bañera. También puedes usar sal gruesa o bicarbonato. La ambientación también son muy importantes. Apaga las luces y usa velas para iluminar el baño. También puedes usar un poco de música chill out para lograr un ambiente aún más relajante.
Body Ballet® Carolina de Pedro
La correcta danza clásica para adultos.
– desde 2003 –
