Con nuestra energía comunicamos todo el tiempo y enviamos mensajes.
Los demás los reciben y responden a esa frecuencia vibratoria que emitimos. El universo también te escucha y responde a tu energía enviando más de lo mismo.
¿Quién quieres ser?, ¿Qué nivel de energía quieres proyectar en tu entorno?, ¿Cómo quieres que se sientan los demás cuando están contigo? Estas son preguntas que importan y que podemos responder para cambiar la energía que transmitimos.
La energía no viene predefinida de casa y no se puede cambiar. Puedes obviar lo que ponía en tu ADN y crear el nivel de energía que deseas. Si no lo has hecho hasta ahora es porque no había el compromiso o claridad suficientes. Todos irradiamos algo, provocamos sensaciones en los demás cada vez que estamos con ellos, cada vez que hacemos algo nuestra energía no puede sino salir de nosotros y proyectarse en todas las direcciones.
La energía de las personas es muy diferente, habrás conocido a personas con unas u otras energías ¿verdad?
Tu energía llega a tu entorno mucho antes de lo que llegan tus palabras. Esta frase lo dice muy claro.