La danza como manifestación artística, es humana, rítmica, armónica, temporal, espacial y sensible, por lo tanto, es de, para y por todos; sin importar características físicas y anatómicas, edad, condición, etc. El presente texto es una breve recopilación del trabajo de cinco artistas, coreógrafos, bailarines y organizaciones de diversas partes del mundo, que han convocado a danzar a personas adultas sin conocimientos ni experiencias previas en la disciplina.
Por tal motivo, el objetivo de este trabajo es revisar y conocer lo que se ha hecho en materia de danza para adultos, sus repercusiones y alcances.
Para este escrito han sido revisados diversos materiales acerca del trabajo de Pina Bausch, Elsa Agras, Carolina de Pedro, Vadim Proshichev y la “Royal Academy of Dance”(RAD), quienes han hecho a un lado los estándares físicos, anatómicos y psicológicos requeridos por la danza académica, trascendiendo los límites de la tradición técnica, logrando así propuestas inclusivas.
Este trabajo no pretende mostrar absolutos, por el contrario, desea inspirar, invitar a la investigación, reflexión, inclusión y diversidad desde la danza.
Por María del Carmen López Álvarez. Querétaro, México, Diciembre, 2022.
“Todo esto es un acto creador, se tenga la edad que se tenga”. – Elsa Agras
La danza como actividad humana siempre ha sido de todos, fungiendo como medio de expresión, de catarsis, de acercamiento a lo divino, a lo intangible y a los otros. Pero si de la danza académica, institucionalizada y de carácter profesional se habla, se puede decir que casi siempre ha sido exclusiva de cuerpos con características físicas, anatómicas y biológicas determinadas, e inclusive que se desarrolla en clases sociales privilegiadas.
Los trabajos de los artistas que a continuación se abordan no participan del todo con estas características, pues sus propuestas están dirigidas a adultos sin experiencia o formación profesional, pero interesados en participar del acto humano de danzar. De ahí la pertinencia de conocer, estudiar y llevar a la reflexión sus aportaciones, concibiendo a la danza como un acto que surge de lo humano.
Pina Bausch, coreógrafa alemana, bailarina y pionera de la danza teatro, montó en 1978 la obra “Kontakthof” (Lugar de encuentro) con bailarines jóvenes y profesionales. En el año 2001 hizo la reposición de la misma obra pero con aficionados, específicamente con jubilados de 65 años y más. Para ello, publicó un anuncio en el periódico de Wuppertal en el que se leía: “Damen und Herren ab 65” (Damas y caballeros a partir de 65). La respuesta fue mejor de lo que se preveía, y finalmente la obra se presentó con 27 bailarines en escena. Por supuesto, esta no dejó impávidos a los espectadores y algo de lo que se leyó años más tarde acerca de una de las presentaciones de la misma en Madrid fue: “Pocos de ellos tienen cuerpos perfectos: hay tripas, pellejos, arrugas. Hay vida. Porque ninguno de los 27 bailarines tiene menos de 65 años. Carecen de experiencia profesional previa en el ballet”. (Belinchón, 2009).
Así fue como Pina Bausch dio espacio a los adultos, sin exigencias, más que la de la entrega al movimiento, por que observó que lo que ellos podían expresar y aportar era único, por sus experiencias e historias de vida, por sus biografías. Haciendo así honor a su tan conocida frase: «No me interesa cómo se mueve el ser humano, sino aquello que lo conmueve» (Bausch, s.f.).
Elsa Agras, coreógrafa y bailarina argentina, lanzó en 1996, a la edad de 76 años, la convocatoria para formar parte de su ballet, la cual estaba dirigida a mujeres mayores de 40 años sin experiencia previa en la danza, pero con el deseo de bailar. A partir de esto nació el ballet “40/90”, que en un inicio alojó los sueños de tan sólo 8 integrantes, y actualmente cobija los de más de 60.
Los objetivos de esta agrupación, impuestos por su creadora, fueron: “Desafiar la edad, correr los límites del cuerpo, priorizar la producción grupal y superar su desempeño artístico…” (Agras, s.f.). El ballet sigue vigente hoy día y trabajando bajo los mismos objetivos, aún ante la ausencia física de su creadora, quien falleció en agosto del 2014. Las mujeres que conforman la agrupación dedicaron gran parte de su vida a todo tipo de labores profesionales, pero no a la danza, y enfrentaron estoicamente los retos que su creadora y directora les propuso, creando así cerca de 15 obras, presentadas en importantes escenarios de la Argentina.
“Una multiplicidad de ritmos y coreografías en la búsqueda de transmitir diferentes sensaciones como la seducción, la picardía, el humor y lo intensamente lúdico.” (Ballet 40/90, s. f.), así es definido el ballet en su página oficial. Han bailado al ritmo de tango, cumbia o tap, y han hecho de chicas Almodóvar o Clown, pero siempre conservando la chispa particular que Elsa les inculcó, en lo individual y en lo grupal.
El ballet 40/90 no sabe de qué se habla cuando a la tercera edad se refieren, en cambio, sí sabe de vitalidad, de compañerismo y que los límites no existen cuando de números se trata. El espléndido trabajo de Elsa Agras se reconoció en el año 2017, cuando fue ganadora del premio «Arte y Transformación Social” del Fondo Nacional de Artes de Argentina; y en el año 2003, cuando el ballet fue acreedor al primer lugar en el “Certamen Sudamericano de Danza Amateur” organizado por el estudio de la profesora Lola Brickman.
Hoy día la agrupación continua con Gabi Goldberg como directora y coreógrafa, María Eugenia Zaldívar como profesora de tap y Cecilia Scardamaglia como asistente de dirección.
Carolina de Pedro Pascual, bailarina de corte clásico, ballet master y editora de su propia revista (Danza Ballet), creó en el año 2013 su técnica de danza “Body Ballet®”, con la que busca compartir la técnica de danza clásica con personas adultas de 30 años o más, que deseen iniciarse en la disciplina aunque carezcan de experiencia. Su método consiste en la fusión de los principios del ballet, la “barre à terre”, la elongación y los estiramientos; pretende que la danza clásica sea practicada correctamente, siguiendo sus principios metodológicos, y el disfrute desde el proceso artístico.
De Pedro menciona que: “El ballet no es patrimonio ni de los bailarines profesionales ni de los niños que aspiran a serlo, sino que todos podemos acceder a él.”, y señala los posibles beneficios que trae consigo la práctica regular de la danza clásica. Tonificar, alargar, fortalecer el cuerpo, corregir la postura y desarrollar la elasticidad, son algunas de las repercusiones en lo físico; mientras que de lado de lo psicológico refiere el desarrollo de la concentración, coordinación y memoria.
“No dejas de bailar porque te haces mayor. Te haces mayor porque dejas de bailar”, sostiene De Pedro (2022) desde su amplia experiencia como bailarina y docente, apostando por el ballet con adultos como un factor de cambio y enriquecimiento humano integral.
Actualmente Carolina de Pedro enseña en su estudio “Body Ballet”, en Barcelona, España, en donde se especializa en la enseñanza de la danza con adultos.
Vadim Proshichev, bailarín ruso, médico, terapeuta psico-corporal, docente y coreógrafo, creó el “Método Vadim Salud Integral”, en el que reúne conocimientos de las diversas ramas en las que es especialista, para la mejora de la salud física, emocional y mental en adultos. Su método tiene tres pilares fundamentales: la restitución corporal-entrenamiento físico, la terapia y psicoterapia corporal y el entrenamiento de ballet clásico; a partir de estos, propone encontrar un punto de equilibrio entre la salud en todas sus esferas, haciendo énfasis en que la combinación de las disciplinas es la base del éxito para el desarrollo humano.
Mediante el entrenamiento físico busca el desarrollo de habilidades físicas como la flexibilidad, fuerza y elasticidad; a partir de la terapia corporal, procura el equilibrio entre la triada cuerpo-mente-emociones para disminuir el estrés y la tensión; y a partir del entrenamiento en danza clásica, el desarrollo de la belleza, gracia y estilo. Ha hecho varias publicaciones en donde ha expuesto los principios de su propio método para la enseñanza con adultos, también ha escrito sobre el método “body ballet”, la técnica de puntas para principiantes, una guía práctica para docentes, ejercicios de terapia corporal, entre otras.
La mayor parte de su formación profesional fue en su país de nacimiento, sin embargo, actualmente reside en la Ciudad de México, y trabaja capacitando docentes en su método, en la enseñanza con adultos en su academia “Primera Posición” y es miembro del proyecto “Ballet LATAM”.
Por último, la “Royal Academy of Dance” (RAD) de Londres, lanzó en 2017 una prueba piloto a la que nombró “Silvers Swans”, dirigida a adultos de 55 años o más que quisieran iniciarse en la danza clásica. Sobre las razones por las que el proyecto surgió, Levet (2018) escribió:
“Según el reportaje publicado por la BBC de Londres, Inglaterra, el Silver Swans comenzó a causa de una creciente demanda de estudiantes de danza clásica de edades mayores y gracias a un estudio realizado por la misma academia en 2013 llamado “Dance for Lifelong Wellbeing” y avalado por el National Institute for Health and Care Excellence (NICE, por sus siglas en inglés) del país británico. Con el objetivo de medir el impacto de la danza en el cuerpo de los adultos mayores, el Centro de Control de Enfermedades y Prevención de Reino Unido y el American College of Sport Medicine (ACSM) probaron que los beneficios psicológicos y ventajas que ofrece el programa van desde mejorar el equilibrio, postura, flexibilidad, creatividad, coordinación, niveles de energía, humor y digestión, hasta regenerar la memoria y reducir dolores reumáticos y secuelas de otras enfermedades como el Parkinson.”
Más allá de los beneficios a la salud que puede traer consigo la práctica del ballet, el programa también se enfoca en la socialización, la mejora en la calidad de vida y el disfrute por el arte en sí misma. Actualmente está disponible en algunas ciudades del Reino Unido, Estados Unidos de América y Australia, pero la academia planea extender el proyecto por el resto del mundo. Se puede practicar de manera presencial y/o virtual, y está abierto a docentes que se quieran certificar para atender a esta población adulta bajo el respaldo profesional de la institución.
El trabajo de los artistas e instituciones abordados anteriormente, sin duda ha abierto brecha para abordar la danza, sus métodos y técnicas, con adultos sin experiencia profesional. Brindando un panorama enriquecedor y de reivindicación para la disciplina con esta población en específico, desvelando al ejercicio artístico como una posibilidad para todos.
Pina Bausch y Elsa Agras, lograron que la danza escénica fuese una experiencia no limitada por la edad. Carolina de Pedro, Vadim Proschivec y la “Royal Academy of Dance”, identificaron recursos valiosos del ballet como medio para procurar la salud física, mental y emocional. Desarrollaron metodologías y maneras de hacer que son referentes para quienes deseen comenzar la práctica artística en la adultez, y para todos aquellos que deseen trabajar la danza con enfoques y poblaciones similares.
La danza desde su universalidad e infinitud permite en si misma un espacio desde el que todos pueden ser mundo y coexistir.
- Articulo originalmente publicado en Segunda Cuadernosdedanza.com.ar ISSN22508708, el Miércoles, 30 Noviembre de 2022, bajo el titulo, “Danza… ¡¿para adultos?! Una revisión a cinco exponentes.”
REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS
- Ballet 40/90. (s. f.). Alternativa. Comunidad en escena. Alternativa Teatral
- Belinchón, G. (2009, 5 noviembre). Jubilados en danza al son de Pina Bausch. El País.
- Carolina de Pedro creadora de Body Ballet® (2022, 4 septiembre) – bodyballet.es
- Dance Classes for Seniors. Silver Swans. Royal Academy of Dance (2022, 7 junio). UK.
- Espinosa, A. (2022, 2 febrero). El arte del ser humano. Cultura Colectiva.
- Home.(s. f.). Ballet 40-90.
- Levet, V. (2018, 27 diciembre). Silver Swans, pasión por el ballet clásico. Forbes México.
- Salud Bienestar. MetodoVadim. Ballet clases cursos capacitacines.(s. f.).
