Larga vida a tus articulaciones.
El ballet es una de las actividades físicas que más beneficios reporta, ya que nos permite mejorar nuestra capacidad cardiorespiratoria, la flexibilidad, resistencia, fuerza y ayuda a mantener la movilidad, pero también se presenta como una de las mejores fórmulas para combatir y prevenir la artrosis.
En cuanto a la relación entre deporte/ballet y desarrollo de artrosis, debemos aclarar que el deporte/ballet por sí mismo no es una causa de artrosis; son las lesiones las que actúan como un factor de riesgo especial. De ahí la importancia de evitar las actividades en las que pueden ser habituales los desgarros en las articulaciones, especialmente en la rodilla.
En el caso de los bailarines, aquellos que evitan el sobreesfuerzo y realizan estiramientos dentro de su rutina diaria no suelen desarrollar artrosis, aunque algunos factores como los pies planos, la debilidad de los cuádriceps y la displasia de cadera pueden predisponer a desarrollarla.
Para mejorar el rendimiento articular y proteger tus rodillas frente a posibles lesiones (en definitiva, para tener una larga vida como bailarín/a) deberás:
- Realizar un adecuado calentamiento y estiramientos, así como una correcta programación a largo plazo para competir.
- Utilizar el equipo apropiado (sobre todo zapatillas que se ajusten a tus necesidades) y ejecutar correctamente los movimientos.
- Proporcionar un correcto descanso al cuerpo (inactividad periódica y dormir al menos siete horas diarias).
- Mantener elevados los niveles de mucopolisacáridos, agua y ácido hialurónico en el cartílago articular por medio de la alimentación, e hidratándonos suficientemente antes, durante y después del esfuerzo.
Lesiones articulares y desgaste del cartílago.
Por todos es sabido que bailar y hacer deporte es una manera excelente de mejorar nuestro sistema cardiovascular. Sin embargo, esta práctica somete al sistema músculoesquelético a grandes presiones continuas, sobreuso que puede derivar en problemas articulares.
Gran parte de estas molestias surgen a causa de los impactos, o lo que es lo mismo, debido al sobreesfuerzo acumulado por la actividad a lo largo de grandes periodos de tiempo.
Los bailarines, al estar sometidos a inestabilidades y fricciones en las articulaciones, deben prestar una gran atención a la protección y cuidado del cartílago, para evitar su desgaste. Las lesiones articulares o traumatismos (luxaciones, esguinces y fracturas) también producen la inestabilidad de las articulaciones y en consecuencia afectaciones en el cartílago de estas. Estas lesiones son factores de riesgo en el desgaste acelerado del cartílago articular que padecen muchos deportistas/bailarines.
Evitar lesiones, junto con cuidar y mantener el cartílago en buena forma, previene el temido desgaste articular que, en algunas ocasiones, pueden llevar a interrumpir la práctica diaria.
El cartílago de las articulaciones es el encargado de amortiguar las sobrecargas y evitar fricciones entre los huesos (como un airbag de un coche). El desgaste articular se produce como consecuencia, sobre todo, de una pérdida de los principales constituyentes del cartílago: los mucopolisacáridos, (que aportan elasticidad, lubricación y capacidad de recuperación frente a las compresiones) y el ácido hialurónico (que retiene agua en la articulación).
En ocasiones, la misma pasión que nos hace entrenar con gran intensidad, nos hace cometer errores. Por ello, es importante que el deportista/bailarín cuide sus articulaciones con un correcto entrenamiento y estiramientos, una buena hidratación y alimentación, un descanso adecuado, además de complementos dietéticos que intervengan en la formación y regeneración del cartílago.
Las lesiones articulares son un factor común entre los deportistas/bailarines, y más aún entre los corredores. En concreto son frecuentes las relativas a la rodilla, aunque le siguen de cerca las lesiones de cadera y tobillo. Por ello, es preciso conocer y aplicar las técnicas de protección articular para garantizar un óptimo entrenamiento y rendimiento, así como una mejor movilidad articular.
ALIMENTACIÓN
Teniendo en cuenta que hoy en día no podemos asegurar que nuestra alimentación diaria nos proporcione todo lo que nuestro cuerpo necesita, no hay que dudar en utilizar un complemento nutricional (si fuera necesario) para proteger las articulaciones. De esta forma, aseguras tu entrenamiento al mejorar el rendimiento articular con una sustancia natural.
Estos complementos nutricionales intervienen en la formación y regeneración del cartílago articular aportando elementos que crean cartílago nuevo, como son:
Ácido hialurónico: componente hidratante que actúa sobre la elasticidad y lubrificación de las articulaciones, aportando así las sustancias que contribuyen a mantener las propiedades biomecánicas de la articulación.
Vitamina E: ayuda a reducir la inflamación de las articulaciones.
Mucopolisacáridos: aportan al cartílago elasticidad, lubrificación y capacidad de recuperación frente las compresiones.
HIDRATACIÓN
Casi nunca se piensa en el agua como un nutriente porque no tiene valor calórico; sin embargo, su importancia en el mantenimiento de la vida sólo es superada por el oxígeno. El agua sirve de transporte entre los diferentes tejidos del cuerpo y aporte a los mismos, regula la temperatura del cuerpo, mantiene la tensión arterial para una adecuada función cardiovascular y además cumple una función de lubricante para las articulaciones.
La matriz extracelular del cartílago contiene hasta un 80% de agua. En este sentido, su principal función es la de “colchón de agua” para amortiguar los golpes y reducir los impactos en las zonas de fricción y roce. Los mucopolisacáridos y el ácido hialurónico son sustancias que de forma natural forman parte de las articulaciones y tienen la capacidad de absorber el agua.
Y gracias a ello aportan al cartílago elasticidad, lubricación y capacidad de recuperación frente a las compresiones. Fuente siempreenplay.com