Que los hidratos engordan, que la piña adelgaza, que hay que comer poco para mantener el tipo, que los helados son digestivos, que las alcachofas te ayudan a bajar de peso…
¿Cuántas ideas equivocadas tienes sobre alimentación? Te ayudamos a despejar tus dudas y a comer de forma inteligente.
Los helados son digestivos
Un falso mito que te puede llevar a acumular muchas calorías este verano. Es cierto que los cítricos, en especial el limón, son colecistokinéticos, es decir, que ayudan a una mejor función vesicular. Así, un helado de limón (mejor un polo de hielo, más ligero) después de las comidas ayuda a que la vesícula trabaje mejor. El resto de helados, sobre todo los industriales, no aportan ningún beneficio digestivo, sí muchas calorías y, seguramente, una peor digestión.
La piña adelgaza
Se trata de una fruta deliciosa y muy recomendable por su gran contenido en agua y fibra, lo que le confiere un efecto diurético y saciante. Su alto contenido en enzima bromelina sí facilita la digestión, al igual que la papaya por la papaína, pero ninguna de estas frutas o alimentos tiene un efecto “quemacalorías”. Evita. Las dietas monotemáticas a base de piña u otras frutas; perderás peso de forma momentánea a base de líquidos y con un grave perjuicio para tu salud. Sí. Tomar piña entre horas para hidratarte y picar algo sano, como ingrediente de tus zumos naturales o como postre.
No comer adelgaza
Otro mito que debes desterrar, no sólo porque no es necesario dejar de comer para perder peso sino porque perjudica tu salud, ralentiza tu metabolismo y, seguramente, te producirá el efecto contrario. Como dice Domingo Sánchez en su libro “Mujer en forma. El reto”, no sólo no debes saltarte comidas sino comer antes de tener hambre, esto es, al menos cada tres o cuatro horas. Esto te mantendrá estable el IC (índice glucémico), te evitará atracones, hará que tu metabolismo siempre esté activo y te asegurará todos los nutrientes que necesitas. El truco. Que tu picoteo entre horas sea sano, tu desayuno abundante, la comida suficiente y la cena ligera. Según los expertos de Pronaf no sólo cada día sino cada semana tiene que aportarte la cantidad necesaria de proteínas, hidratos, vegetales o grasas saludables.
Los hidratos engordan
Depende del tipo de hidratos, la cantidad o el momento en que los comas. Son un grupo de alimentos de IC medio (legumbres, pan, patatas, arroz, frutos secos) o alto (azúcar, dulces). Pero también los hay de IC muy bajo, como las verduras. Como advierten desde el Centro Pronaf (Programas de Nutrición y Actividad Física), no deben eliminarse de la dieta para bajar de peso, sino tomarlos de forma coherente: los más calóricos en el desayuno, en previsión a la realización de un esfuerzo físico, suficientes al medio día, moderados por la noche… “Que no se pueden tomar para cenar es un mito, sobre todo si durante el día no hemos ingerido los suficientes: un gran plato de pasta no es la mejor opción, pero como guarnición o en una ensalada pueden ser totalmente saludables. Mejor integrales. Aunque tienen las mismas calorías, su IC es más bajo, lo que hace que se viertan más despacio al torrente sanguíneo y el organismo los pueda aprovechar como energía en lugar de acumularlos como grasas. No. A los carbohidratos que sí te añadirán calorías innecesarias, como los dulces industriales, panes o comida procesada, y el azúcar blanco.
Las alcachofas no adelgazan
Aunque se han puesto de moda, la publicidad respecto a sus propiedades adelgazantes es tan engañosa como la de la piña o el pomelo. No existe ningún alimento que por sí mismo tenga propiedades adelgazantes. Lo que sí es cierto es que las alcachofas tienen mucha fibra y pocas calorías, lo que les confiere un alto poder saciante y depurativo. Escogerlas frente a otros alimentos más calóricos y menos saludables sí te ayudará a perder peso, pero con el respaldo de una alimentación sana y la práctica de ejercicio. No. Las dietas sólo a base de alcachofas no son ni sanas ni efectivas. La toma se suplementos de alcachofa (como las famosas de Laón) te ayudará a depurar pero no conseguirás ningún milagro respecto a tu silueta.
Los productos light no engordan
Grave error. Las denominaciones “light” o “diet” significan que el producto está reducido en alguno de sus componentes: grasas, azúcares o sales, lo cual no siempre indica que aporte menos calorías. Aunque un producto sea “ligth”, si te pasas en la cantidad con esa excusa te engordará igual que cualquier otro alimento tomado en exceso. No te fíes. No todos los alimentos “light” son tan sanos como parece, incluso algunos tienen las mismas calorías o más que otros similares, como algunos tipos de cereales o quesos para untar.
Las zanahorias no engordan
Es cierto que aportan muy pocas calorías… si las comes crudas. Pero cocidas prácticamente lo duplican (de 49 kcal/100 g a 92 kcal/100 g), por lo que no son la mejor guarnición a la hora de cenar si estás a dieta. Sí. Las zanahorias crudas son un tentempié fabuloso, sobre todo en verano por su alto aporte de betacarotenos, así que te recomendamos tomarlas como aperitivo o para preparar zumos naturales.
La leche, imprescindible por el calcio
El aporte de calcio de los lácteos está sobrevalorado y, en algunos casos, puede no compensarte tomarlos por su alto contenido en grasas y difícil tolerancia por la lactosa. Otros alimentos, como el sésamo, contienen mucho más calcio y son más saludables: estas semillas tienen 780 mg de calcio por 100 g frente a los 130 de la leche. Idea estrella. Si quieres bajar de peso sin hacer dieta y mejorar tus digestiones, pásate a una leche vegetal enriquecida en calcio y añade una cucharadita de sésamo cada día a tus cereales de desayuno, yogures o ensaladas. El pescado azul, las naranjas y los frutos secos también contienen calcio.
Las lentejas, no tanto hierro
Es cierto que esta legumbre es altamente recomendable por su alto contenido en fibra y aminoácidos. Pero no tiene tanto hierro como casi todos pensamos: sólo 7,1 mg/100 frente a los 24 mg de los berberechos, almejas o chirlas. Idea estrella. Este verano, que tu aperitivo de terraza sea a base de moluscos, bajísimos en calorías, ricos en proteínas y altamente nutritivos.
Naranjas o pimientos
Aunque las naranjas son muy recomendables por su alto contenido en fibra y vitaminas como la C, no es la fruta ni el vegetal que más la contiene. Los pimientos les ganan “por goleada”: 131 mg/100 de éstos frente a los 53,2 mg de las naranjas. Aunque las naranjas se han llevado la fama, dentro de las frutas es el kiwi la que contiene más vitamina C: entre 85 y 100 mg por 100 g. Idea estrella. Si quieres reforzar tus defensas, toma cada mañana un zumo natural de naranja, kiwi y fresas (también aportan más vitamina C que las naranja) y añade a tus ensaladas tiras crudas de pimiento verde y rojo.
La remolacha tiene mucho azúcar
Este es otro falso mito que viene por la confusión entre la remolacha azucarera y la comestible, que es la que encontrarás cruda en las fruterías o cocida y envasada en el súper. Esta remolacha contiene solamente 10 g de azúcar por cada 100 g, igual que la calabaza, por lo que resulta un alimento muy recomendable. Psst. Si quieres reducir tu ingesta de hidratos pero estar nutrida, sustituye los dulces del desayuno por un batido a base de remolacha, plátano, naranja y fresas.
La fruta engorda más de postre
Como aclaran los expertos de Pronaf, es otro mito: las calorías de un alimento no varían porque se consuma antes o después de una comida. Lo que sí es cierto es que, como postre, la fruta puede dificultar la digestión debido a que su digestión es mucho más rápida que la de otros alimentos y puede fermentar en tu estómago. Psst. Si te gusta y te sienta bien, sigue tomando fruta de postre, pero escoge las más digestivas, como la naranja, piña o papaya. Entre horas, la fruta es el tentempié ideal, pero si estás a dieta procura no tomarla antes de ir a dormir, sobre todo si ya has cumplido con tus tres piezas diarias.
¿Cuántos huevos?
¿Cuántas veces habrás oído que no es recomendable tomar más de dos huevos a la semana? Pues se trata de un falso mito. La proteína de los huevos es una de las de mayor calidad, por lo que resulta un alimento altamente recomendable para cualquier persona. Un niño o una persona de tamaño mediano puede consumir entre 3 y 4 huevos por semana, mientras que un adulto corpulento puede tomar hasta 7. Ni siquiera teniendo el colesterol alto es necesario renunciar a los huevos, es más recomendable reducir las grasas de la dieta en general. Más info. Si quieres saber más sobre este alimento entra en huevo.org.
Aceite, mantequilla o margarina
¿El bueno, el malo y el menos malo? El aceite de oliva aporta 9 kcal por gramo, igual que la mantequilla, pero es más cardiosaludable que las grasas de origen animal. La margarina proviene del aceite de semillas y la mantequilla es la grasa de la leche; una es de origen vegetal y la otra, animal. Aunque la primera pueda parecer más saludable, al hidrogenarse se convierte en grasa saturada, por lo que no es mucho mejor que la mantequilla. Fuente elle.es/belleza.
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