A medida que te mueves a través del espacio, tu cuerpo hace ajustes constantes para mantenerte en equilibrio.
Si haces ballet, un mal equilibrio puede hacer que una maravillosa actuación se venga abajo, literalmente. Añadir ejercicios a tu rutina diaria puede ayudarte a sostener poses estáticas sin tambalearte, pasar a un penché y caer suavemente después de una serie de giros rápidos.
Tobillos como anclas
Tobillos y pies fuertes contribuyen a un mejor equilibrio cuando bailas. Los ejercicios que mejoran la fuerza de tobillos y pies incluyen ejercicios clásicos de ballet, como tendus y relevés. En el relevé, mantén tu peso directamente sobre el dedo segundo y tercero, sin dejar que tus pies giren hacia delante o hacia atrás. Para desarrollar fuerza en los músculos que soportes tus tobillos, haz una serie de ejercicios con banda de resistencia para trabajar tus flexores plantares, los dorsiflexores, inversores y eversores. Para los músculos intrínsecos pequeños de tus pies, usa la clásica comprensión de toalla o practica agarrando y soltando canicas u otros objetos pequeños con tus pies y dedos.
Currículum central
Mejorar la fuerza en tus músculos centrales -incluidos tu espalda, abdominales y caderas- mejora el equilibrio ayudándote a mantenerte apropiadamente alineado. Puedes fortalecer tu centro tomando clases de Pilates o realizando algunos ejercicios básicos, incluyendo puentes de glúteos (glute bridges), planchas frontales o laterales (front and side planks), abdominales bicicleta (bicycle crunches) y supermanes (supermans), después de la clase o en casa. Si haces Pilates, elige tu instructor y clase cuidadosamente, especialmente si tienes debilidades específicas que podrían contribuir a tus problemas de equilibrio. Como una clase muy grande podría ser demasiado impersonal y la instrucción muy general, considera trabajar con un instructor privado para trabajar y mejorar tus puntos débiles.
Preparar tus propioceptores
Los ejercicios propioceptores desarrollan el sentido de posición en el espacio de una persona. A medida que te mueves y tu ambiente cambia, un alto nivel de auto-conciencia hace que sea más fácil encontrar y mantener tu equilibrio. Uno de los ejercicios propioceptores implica pararse sobre una pierna durante 30 a 60 segundos. Para hacerlo más difícil, cierra tus ojos e intenta pararte sobre una superficie desnivelada o inestable, como arena seca, una toalla pequeña doblada o una tabla tambaleante. Para hacer el ejercicio más específico para el ballet, practica la postura sobre una pierna en la primera posición en déhors. También puedes repetir el ejercicio mirando hacia el lado contrario del espejo o con las luces bajas o titilantes para simular las condiciones del escenario.
Ayuda mental
Mejorar tu equilibrio depende mucho de la prueba y el error. Sigue redoblando esfuerzos en clase, tomando notas mentales cada vez que algún cambio pequeño en tu alineación parece ayudar. Tu actitud y conciencia mental puede también afectar tu equilibrio. La visualización en términos de energía opuesta, sugiere Nichelle Strzepek en DanceAdvantage.net, es a veces útil para el equilibrio. Por ejemplo, imagina que eres un árbol cuyas raíces están enterrándose cada vez más abajo en la tierra mientras que las ramas (tu cabeza, cuello y brazos) se extienden hacia arriba y hacia afuera. Fuente www.livestrong.com