Una espalda sana es sinónimo de aspecto juvenil.
No olvide que una gran parte de los dolores de espalda no tienen una causa grave en su génesis y que suelen responder muy bien a una forma de vida equilibrada y activa con una máxima que no debe olvidar: mantenga un tono muscular adecuado y prevenga las malas posturas, su espalda se lo agradecerá. La columna cumple la misma función que se les supone a las columnas en arquitectura: la de sostén, con la particularidad de que debe mantener un elevado grado de flexibilidad para ajustarse adecuadamente al movimiento.
¿Cuál es la estructura de la espalda?
La espalda tiene su eje en la columna vertebral, constituida por varias unidades óseas llamadas vértebras (7 cervicales, 12 dorsales, 5 lumbares, 5 sacras y 3 ó 4 coxígeas si bien las sacras y coxígeas se fusionan formando un solo hueso).
La columna cumple la misma función que se les supone a las columnas en arquitectura: la de sostén, con la particularidad de que debe mantener un elevado grado de flexibilidad para ajustarse adecuadamente al movimiento. Esta flexibilidad se debe en gran parte a los discos intervertebrales, verdaderas almohadillas que permiten articular la columna de forma estable a la vez que la dotan de cierta movilidad. Todas estas estructuras se hallan protegidas a su vez por ligamentos y músculos. Además de ser el eje y soporte de nuestro organismo, la columna vertebral cumple también la importante misión de protección de la médula espinal, uno de los constituyentes esenciales del sistema nervioso.
Dolores y molestias.
Los dolores y molestias de la espalda constituyen una de las consultas más frecuentas en la medicina y son consecuencia de diversos factores. Uno de ellos evolutivo: la especie humana liberó los miembros superiores de la marcha convirtiendo las manos en uno de los instrumentos más formidables de nuestra naturaleza Este avance trajo consigo, sin embargo, que la columna vertebral variara su posición pasando de horizontal a vertical y con ello a soportar un peso superior, con lo que la columna vertebral fue adquiriendo unas curvaturas que le permitieran mantener el peso de cuerpo. Son las llamadas lordosis cervical y lumbar y las cifosis dorsal y sacra.
Sobre este factor evolutivo se está sumando la sedentarización galopante de las sociedades industriales. La perdida de la necesidad de hacer tareas físicamente activas para la supervivencia en tan poco tiempo ha hecho que nuestro sistema musculoesquelético adquiera cierto grado de atrofia y nos haya convertido en individuos menos competentes en cuestiones físicas. Sin embargo una buena educación física y postural nos ayudara a adaptarnos a esta nueva situación .
La mejor forma de enfrentarnos con los problemas de nuestra espalda es, sin duda, establecer un estilo de vida que evite posturas poco recomendables y que fomente prácticas saludables para nuestra espalda.
Recomendaciones básicas para tener una espalda sana.
- Descanse en cama solamente el tiempo preciso. Las ocho horas de sueño suelen ser suficientes y recuerde que si está mucho tiempo acostado, su musculatura se puede resentir. La postura ideal para dormir es boca arriba con una pequeña almohada bajo la cabeza o, si le resulta más cómodo, sin almohada.
- Resulta muy cómodo colocar una almohada debajo de las rodillas. Si duerme de lado, interponga una almohada entre sus rodillas. Todas estas recomendaciones van encaminadas a disminuir la tensión sobre su espalda. Trate de no dormir boca abajo, ya que es la postura que más tensión provoca en la espalda.
- El somier y el colchón no deben ser ni muy duros, ni muy blandos.
- Haga ejercicio físico adecuado a su edad y condición. Son muy útiles las tablas de gimnasia para la espalda y también nadar. Piense que durante su estancia en el agua su espalda y el resto de sus articulaciones soportan 6 veces menos gravedad. Es algo semejante a lo que acontece en el espacio.
- Levante y cargue objetos de forma correcta, es decir, acuclillándose y extendiendo las piernas después, manteniendo el objeto pegado a su cuerpo. Si camina cargado reparta equitativamente el peso a ambos lados de su cuerpo. Nunca levante cargas pesadas por encima de su cabeza.
- Use zapatos cómodos y sin tacón. Camine erguido y con la cabeza levantada, la aparente arrogancia que pueda aparentar será beneficiosa para su espalda. Los jóvenes que suelen tener espaldas saludables caminan de esas forma; sin embargo los adultos y sobre todo los ancianos suelen encorvarse en demasía.
- Es de vital importancia que preste atención a su postura laboral, sobre todo si permanece sentado durante muchas horas. Debe adoptar una postura cómoda, con la espalda derecha y apoyada en el respaldo de la silla, con el peso repartido equitativamente (sin inclinarse a los lados) y es conveniente un pequeño escabel para apoyar los pies si no se llega correctamente al suelo, y que las rodillas queden flexionadas, evitando tensiones en la espalda.
- Es importante que intercale periodos de tiempo en los que se levante y camine.
- Al conducir adelante el asiento hasta que con su espalda completamente apoyada en el respaldo, pueda acceder a los pedales cómodamente. Los brazos deben estar doblados unos 120 º al coger el volante (extendiendo los brazos, con la espalda apoyada en el respaldo, se debe poder tocar el volante con ambas muñecas).
- Evite el sobrepeso y la obesidad, pues incrementan la carga sobre la espalda y debilitan la capacidad muscular. La mejor forma de controlar el peso es llevar una dieta ajustada a sus necesidades, y los cereales, frutas, verduras y hortalizas deben ser los elementos básicos.
- Evite situaciones de tensión y estrés, pues en múltiples ocasiones son la causa directa de malestar y dolores en su espalda.
Escrito por la Dirección Médica de BUPA.
Traducido y adaptado por Sanitas bajo la supervisión de su Dirección Médica. Fuente sanitas.es