por Laura Delía
“No existe un método que sea mejor que otro;
no existe la forma correcta de hacer una postura,
lo que sí existe, es el método y la postura que funciona para uno.”
D. Farhi
Concepto y orígenes del Yoga Dinámico
En la actualidad el Yoga dinámico es el método de mayor crecimiento y difusión en todo el mundo. El primer difusor de este método fue el yogui hindú Sri. T. Krishsnamacharya, quien comenzó su carrera como profesor perfeccionando su estricta e idealista versión del Hatha Yoga. Y, a medida que la corriente de la historia lo fue forzando a adaptar, se transformó en uno de los más grandes reformadores del Yoga.
Krishnamacharya desarrolló el sistema de Yoga Vinyasa, que consiste en practicar secuencias de posturas coordinadas con la respiración, en un suave y fluido ritmo, que lleva a equilibrar las zonas profundas del cuerpo y la mente. Sus cuatro más famosos discípulos fueron: Pattabhi Jois (Ashtanga Yoga), Bks. Iyengar (Iyengar Yoga), TKV. Desikachar (Viniyoga), Indra Devi (Yoga Clásico). El Yoga Dinámico es enseñado en la Argentina por Fernando Maureira, en Chile por Gustavo Ponce, en Europa por Godfrey Devereaux´s, en Nueva Zelanda por Donna Farhi, en Australia por Brad Warren y en Norte América por Sarah Powers, Shivarea, Kia Meaux y Erich Schiffman.
El Yoga dinámico es una manifestación del Hatha Yoga entendido como práctica espiritual. Es meditación en la quietud de la postura y meditación en el movimiento entre posturas. El Hatha Yoga clásico es por naturaleza dinámico. Su práctica es dinámica de dos formas fundamentales: 1) la dinámica externa, el fluir entre posturas, 2) la dinámica interna, la dinámica de los 5 elementos que unifican cada parte del cuerpo en una sola totalidad.
Se basa en clarificar la unidad de las cinco técnicas clásicas del método de yoga: asana (la forma), vinyasa (el fluir), bandha (la energética interna), pranayama (la respiración), drusti (la concentración). Cada una de estas, es una dinámica y directa expresión de uno de los cinco elementos: tierra, agua, fuego, aire y espacio.
Concebido en base a la retroalimentación de miles de estudiantes, integra la precisión del método Iyengar, el dinamismo de Ashtanga Vinyasa Yoga y la premeditada sensibilidad de Vinniyoga. El método de Yoga dinámico presenta las 5 técnicas dentro del contexto de los 8 aspectos del Yoga Clásico. Tiene como objetivo práctico una profunda auto-aceptación, la auto-aprobación y la auto-capacitación. Esto significa que actúa como espejo y nos revela lo que exactamente somos, a cada nivel de nuestro ser: físico, emocional, psicológico, social, cultural, espiritual. Podemos usar esta revelación para armonizar los diversos aspectos de nosotros mismos y vivir nuestras vidas a partir de la integridad de nuestro ser. El Yoga dinámico deja el campo abierto a la improvisación y a la creatividad. En este método los movimientos y las posturas nacen de la respiración y se suceden, unos a otros, en forma orgánica. No hay nada realmente estructurado en la práctica. Es estar totalmente en el momento presente. Y al escuchar nuestro cuerpo, los movimientos comienzan a fluir casi sin pensar. Las posturas imitan los movimientos de la naturaleza, siguen el ritmo de la respiración, el cuerpo se pliega y despliega usando la menor cantidad de energía posible. Lo que le da el dinamismo a esta forma de yoga son los movimientos secuenciales, que a medida que vamos progresando se tornan cada vez más improvisados, como en la danza moderna o quizá como el Tai-chi. La respiración que usamos se llama Ujjayi. El aire pasa por la garganta produciendo un sonido característico que, se parece al que se escucha cuando ponemos una concha de mar en la oreja, o al que produce un bebé cuando duerme profundamente.
El equilibrio es la palabra clave en Yoga dinámico. Se trata de equilibrar lo que los chinos llaman Ying-Yang, del equilibrio de la fuerza vital que ellos llaman CHI, y que los japoneses llaman KI y los hindúes PRANA.
El Ying y el Yang son términos esenciales en la filosofía clásica taoísta. Representan las fuerzas dinámicas, interdependientes y frecuentemente opuestas en la naturaleza. Las energías Ying son negativas, femeninas, frías, pasivas, oscuras. Las energías Yang son positivas, masculinas, calientes, activas y luminosas. Para gozar de óptima salud, ambas energías deben estar debidamente equilibradas para que el prana, la energía vital, que es invisible, corra sin bloqueos e interrupciones por los canales sutiles llamados Nadis por los hindúes y meridianos por los chinos. Cuando el prana no circula en forma libre o está en desequilibrio, nos enfermamos.
El Yoga dinámico fue creado teniendo en cuenta estos conceptos en mente, pues la primera y última parte de la práctica (activación gradual del cuerpo y enfriamiento) son netamente Ying; la parte central de la práctica es Yang. Persiguen equilibrar y hacer circular libremente las energías vitales; también en su aspecto Ying estimulan y relajan lenta y gradualmente los tejidos conectivos, es decir los tendones, ligamentos y la fascia muscular de nuestro cuerpo; en su aspecto Yang, la estimulación y activación de los músculos es rápida. En Dynamic Yoga se trabaja desde el centro hacia la periferia (Ying) y desde la periferia hacia el centro (Yang). De esta forma tratamos de conseguir el equilibrio.
Desde el punto de vista superficial el Yoga Dinámico es una excelente forma de ejercicio; desarrolla la flexibilidad, la fuerza, la resistencia y la vitalidad. Como resultado de la utilización cuidadosa y precisa del cuerpo en las posturas, las lesiones por sobreestiramiento son raras. El yoga Dinámico favorece la resistencia cardiovascular gracias a la continuidad de acción, y la resistencia muscular mediante el sostenimiento de la acción de los músculos mientras se mantienen las posturas. El alargamiento, y la ausencia de contracción, hace que se desarrolle una fuerza profunda con mucho menor masa muscular. El uso de los músculos, más que hipertrofiar las fibras musculares, incrementa su eficacia; de manera que el cuerpo se tonifica sin hacerse mas voluminoso.
El Yoga dinámico puede considerarse y utilizarse como un trampolín seguro y eficaz para alcanzar la práctica tradicional de Ashtanga Vinyasa. Se debe a que aclara cada uno de los aspectos técnicos del Hatha Yoga y los integra a la manera clásica, pero en formato modificado. Puede usarse también como modo de unificar los métodos de enseñanza del Yoga de Iyengar, el Vinniyoga y el Yoga energético.
Las 5 técnicas del Yoga dinámico
1. Drushti (la calidad de la conciencia):
es conciencia sensible de lo que se está haciendo. Tiene dos aspectos que son vitales para cada elemento de nuestra práctica. En primer lugar significa dirigir la mente justo a lo que se está haciendo; no hacer una cosa mientras se piensa en otra. Supone aprender no a estar solo pensando en lo que se está haciendo, sino más bien solo a estar haciéndolo, sintiéndolo.
El segundo aspecto consiste en sentir el efecto de lo que estamos haciendo. No solo en el punto en que opera la acción, sino en toda la estructura del cuerpo y en la calidad mental. Debemos sentir su impacto en el funcionamiento del cuerpo, de la respiración y de la mente. Haciendo ajustes en las cuatro técnicas secundarias de asana, vinyasa, bandha y pranayama, empleamos la información que nos aporta esta reacción para profundizar en las posturas. Es entonces cuando, a través de la dinámica creada entre nuestra atención y nuestras acciones, emerge una conciencia meditativa.
La parte dinámica de Hatha Yoga Sadhana tiene un profundo efecto en nuestro equilibrio energético, agita y conmueve nuestros viejos patrones. Entonces comienzan a aparecer las impurezas acumuladas. Debemos dejarle espacio para que los haga. Y eso es lo que hacemos durante la parte pasiva, refrescante de la práctica. Pero debe hacerse concientemente. Solo entonces podrán solucionarse las tensiones subyacentes y sus orígenes no resueltos. Esta resolución ocurre a la luz de nuestra atención dirigida: drushti.
Drushti posee tres cualidades principales: focalización, apertura y dirección. A través de la focalización se desarrolla una profunda concentración, mediante la cual obtenemos estabilidad mental que nos permite afrontar las oleadas energéticas de los trastornos emocionales que empiezan a emerger. Mediante la apertura se cultiva el desapego, a través del cual desarrollamos la claridad para ver a estos trastornos como son, sin perdernos en ellos. Gracias a la dirección se estimula la perspicacia, mediante la cual los iluminamos completamente, con respecto a su origen, contexto, implicaciones y consecuencias. Es esta iluminación lo que permite solucionar los bloqueos estructurales, energéticos, emocionales que van apareciendo.
2. Asana (la calidad de la forma):
la alineación corporal correcta es la esencia misma de asana, es lo que le confiere su poder terapéutico. El propósito básico de la alineación corporal correcta es armonizar el cuerpo, lo cual supone armonizar líneas opuestas de fuerza. Este proceso aporta estabilidad estructural, despierta la energía y la inteligencia latentes de cada célula del cuerpo.
Ajustar el cuerpo en asana no es simple cuestión de superar las limitaciones físicas de los músculos, sino de despertar la inteligencia somática del cuerpo entero. La repetición constante es el único camino. A medida que la inteligencia celular empiece a despertarse, se prestará a ajustes cada vez más sutiles, eficaces y completos.
De todas las posturas de yoga, las más importantes para despertar la inteligencia somática son las posturas de pie; porque para que se establezca la estabilidad, toda postura de pie requiere la actividad de cada una de las partes del cuerpo, no hay zonas inertes. La extrema complejidad de las líneas de fuerza implicadas en la postura de pie despiertan la inteligencia somática completa y profundamente. Así la inteligencia somática queda disponible cuando se intentan asanas más avanzadas y enérgicas, que de otro modo, requieren extremos de fuerza, flexibilidad o insensibilidad.
Cuando la alineación corporal correcta transforma la postura en asana, aparecen ciertas cualidades. Una es la estabilidad sin esfuerzo, otra es la facilidad vigilante. Anatómicamente, ambas dependen de la capacidad de los músculos para calibrarse y estabilizarse en todo el cuerpo. Para que toda la musculatura se estabilice de forma genuina como un todo, ningún músculo en particular ni ningún grupo de músculos tiene que estar sometido a tensión u ofreciendo ninguna resistencia. Establecer esto lleva tiempo. Algunos músculos necesitan fuerza; otros relajación. Unos necesitan alargarse, otros acortarse. Todos estos ajustes complementarios ocurren de modo natural como resultado de aplicar constantemente las adecuadas líneas de fuerza a lo largo y ancho de todo el cuerpo.
3. Vinyasa (la calidad del movimiento):
la clave que convierte el proceso en vinyasa es la sincronización del movimiento y la respiración. Implica continuidad, fluidez, interconexión, salir de un lugar y volver a él, progresión paso a paso. El ritmo del movimiento corporal refleja exactamente el de la respiración. Siempre se debe ajustar el movimiento corporal al ritmo respiratorio, ya que así se estimula la actividad del sistema nervioso parasimpático: que relaja los músculos, hace más profunda y lenta la respiración, relentiza el latido cardíaco, calma el cerebro, aumenta el riego sanguíneo en los órganos internos y equilibra las glándulas. La sincronización del cuerpo y respiración armoniza la parte anatómica, los nervios y músculos voluntarios, con la fisiológica, los músculos y nervios involuntarios, hace más profunda la mente. Extrae de la mente una honda quietud y tranquilidad a medida que la energía de la atención se aparta de los estímulos que invaden el sistema nervioso somático o voluntario, y entra en relación con el sistema nervioso vegetativo o autónomo. La absoluta concentración requerida para sentir y ajustar el ritmo del movimiento de los músculos voluntarios, para que se sincronicen con los músculos respiratorios, permite a la mente una concentración profunda, clara y estable.
Vinyasa Krama es la técnica de progresar paso a paso desde lo conocido a lo desconocido. Supone desarrollar una secuencia de práctica, o establecer una determinada postura desde pasos claramente definidos. Vinyasa Krama es el corazón de la práctica de Vinniyoga; estructura el orden de las posturas en un formato de práctica. Se basa en una comprensión de los efectos progresivos y equilibradores de las diversas posturas. Indica el modo de adoptar una postura y salir de ella.
A medida que nuestro cuerpo se vaya abriendo, podremos ejercer mayor libertad de elección y secuenciación de las posturas. Hasta entonces el cuerpo debe despertarse y abrirse con paciencia y sistemáticamente. Este hecho es el fundamento de la secuencia de posturas de las series de yoga dinámico. Permiten cultivar una apertura gradual y estable de los sistemas óseo articular y muscular, mientras se despierta, contemporáneamente, la inteligencia celular del cuerpo. Están basadas en la secuencia de Yoga Chikitsa, cuya práctica no-solo reestructura el cuerpo, sino que también nos permite una profunda comprensión práctica del cuerpo, de su capacidad y de su inteligencia. Las posturas de Yoga Chikitsa son como letras o palabras ordenadas con un determinado propósito: liberar de restricciones la estructura física. Cuando esto se ha logrado, las palabras quedan a nuestra disposición para que podamos escribir con ellas nuestra propia poesía.
Uno de los efectos más obvios de la continuidad es el desarrollo gradual del calor corporal. A medida que el cuerpo se calienta los músculos se relajan, los ligamentos se sueltan, las articulaciones se abren y el exceso de líquido se traslada a la superficie. Empezamos a sudar. El sudor tiene dos funciones: actúa como medio de transporte de las toxinas a la superficie, donde pueden ser descargadas; en segundo lugar actúa como aislamiento, cubre el cuerpo con una capa térmica que contiene el calor generado, que así puede ser utilizado y transformado por los bandhas.
Hay infinitas posibilidades para crear una secuencia, pero para que la secuencia sea lógica, orgánica y realmente fluida, es aconsejable tomar en cuenta las siguientes recomendaciones:
a) En una secuencia siempre debe estar presente el principio de FOLDING y UNFOLDING (plegarse y expandirse) desde el centro hacia la periferia del cuerpo, o puesto de otra forma, desde el HARA (zona del ombligo) irradiando hacia las extremidades a través de la columna vertebral.
b) Es conveniente, ir gradualmente de las posturas que calientan el cuerpo hacia las que enfrían. Las posturas que calientan el cuerpo son las de pie, las posturas hacia atrás y las de equilibrio sobre las manos. Las que enfrían el cuerpo, por lo general, son las posturas hacia delante en las que la cabeza está paralela al suelo, las posturas sentado o acostado, y en general todas aquellas que no requieren trabajo contra la gravedad.
c) Se sugiere, trabajar con un tema. Por ejemplo, si uno elige hacer una práctica que se centre en posturas hacia atrás, la secuencia debiera incluir entre las posturas que activen el cuerpo, posturas que abran y elongen las ingles y los hombros. Después de efectuar intensas posturas hacia atrás es recomendable hacer torsiones suaves para soltar los músculos de la espalda. Lo mismo es válido para cuando uno hace intensas posturas hacia delante.
d) Es importante tener como meta de la practica, una postura que represente un desafío y diseñar una secuencia específica para encarar este desafío. Antes de diseñar la secuencia es, a veces, aconsejable tratar de hacer suavemente la postura desafío y ver así qué partes del cuerpo necesitan ser elongadas y trabajadas. En la mayoría de los casos las posturas más difíciles son simplemente variaciones de las posturas más simples. Otra forma es repetir la misma postura intercalándola entre las posturas de pie.
e) Ser creativo y permitir que las secuencias espontáneamente vayan tomando su propio curso y ritmo. Al comienzo es aconsejable tomar como base las secuencias aprendidas en clase.
4. Los Bandhas (la calidad de la energía):
los bandhas representan la diferencia más sutil y evidente entre las posturas de Hatha Yoga y los ejercicios gimnásticos. Mediante ellos interiorizamos profundamente nuestra conciencia, generamos, contenemos y transformamos el calor y la energía, y modificamos la actividad de nuestro sistema nervioso. Los bandhas implican ajustes musculares relacionados más con nuestra fisiología que con nuestra parte anatómica, más con nuestros músculos involuntarios que con los voluntarios. Activar estos músculos involuntarios afecta también a nuestro esqueleto y al sistema nervioso central. Al comprometer el sacro y todas las vértebras, lumbares, dorsales y cervicales, la columna se corrige y se abre el canal central de la espina dorsal. Al estimular el plexo solar, se genera y transforma la energía. Al estimular el perineo y los ganglios del sacro, los sistemas nerviosos periférico y simpático se aquietan, se activa el sistema nervioso parasimpático y el sistema nervioso central se carga de energía. Todo ello puede sentirse claramente en la columna vertebral, pero también en el cerebro.
5. Pranayama (la cualidad del ritmo):
Pranayama es el proceso de liberar nuestra respiración de las tensiones, de las restricciones impuestas por la vida, de permitirle madurar y fructificar en algo muy distinto de lo que estamos acostumbrados. Solo entonces puede emplearse para generar y aprovechar la energía eficazmente.
Nuestra respiración está íntimamente ligada a nuestra mente: a nuestros sentimientos y nuestros pensamientos. La calidad de nuestra respiración refleja nuestro estado mental. Así también ajustando la calidad de nuestra respiración podemos influir en nuestro estado mental. La libertad de la respiración depende tanto de asana como de bandha. La primera libera la tensión de las extremidades y de la columna vertebral, lo que brinda estabilidad y sostén para el movimiento de los pulmones; la segunda también sostiene la columna vertebral, mientras que al mismo tiempo ensancha el pecho y estabiliza y carga de energía los pulmones y el diafragma. Asana y bandha tienen un efecto directo en los pulmones y un efecto indirecto en la respiración. A medida que la columna se alarga, las costillas se abren y el diafragma y los pulmones se estabilizan, tanto la inspiración como la espiración fluyen, de forma natural, más libre y plenamente.
Durante la práctica, la calidad de nuestra respiración variará inevitablemente. Las posturas en las que somos capaces de establecer los bandhas y estabilizar nuestra estructura anatómica producirán una respiración lenta, suave, apacible, pero potente. Aquellas posturas que todavía nos presentan dificultades provocarán una respiración más intensa. Tenderá a ser un poco más rápida, un poco menos suave, y un poco más sonora. Manteniendo la atención en la calidad de la respiración, descubrirá que incluso en estos casos se ralentizará, haciéndose más suave y tranquila.
Nuestra respiración tiene que ser apacible y suave, sin esfuerzo, vital, rítmica y constante. No debe ser ni áspera, ni vacilante, ni tensa, ni forzada, ni desigual, ni inconstante. Si lo es, concentre más la atención en los bandhas y menos en los músculos voluntarios. No intente vaciar ni llenar completamente los pulmones: dejen que encuentren su propio volumen. No intente hacer su respiración más lenta: déjela que encuentre su propio ritmo. No intente hacerla potente: déjela que encuentre su propia potencia. El sonido de su respiración debe ser apacible, pero conteniendo una potencia sutil. Nunca contenga el aliento, déjelo fluir libremente. Ante una dificultad espire, profundizará más. Si su respiración es suave, tranquila, apacible y constante, esas cualidades también colmarán su mente.
Conclusión
El Hatha Yoga es como un diamante. Aunque sus distintas facetas miran en distintas direcciones, se sostienen unas a otras, mientras, a la vez, contienen y conducen a su santasanctórum interno: la autorrealización. Para alcanzar este lugar sagrado necesitamos seguridad y sutileza (Yoga Iyengar), suavidad y sensibilidad (Vinniyoga), continuidad y calor (Yoga Ashtanga Vinyasa), concentración e internalizacion (Yoga energético), todos juntos. Entonces tenemos Hatha Yoga. Este es el enfoque del yoga dinámico. La clave para la efectiva práctica del yoga es definida por su guru-raíz Patanjali como liberando al cuerpo de tensión. Así como medio para promover la total relajación, depende de la equilibrada activación de las dinámicas internas y externas completamente. Esto significa usando las correctas posturas (asana-tierra), entrando y saliendo de ellas lenta y premeditadamente (vinyasa-agua), energizándolas plenamente (bandha-fuego), con focalizada atención (drusti-espacio) para desafiar y liberar la respiración. El proceso del método de aprendizaje de Yoga Dinámico se basa en la progresión paso a paso. Ambas formas, las de las posturas de yoga y las de la dinámica interna, vitalizándolas, utilizan el cuerpo en novedosas e inusuales formas. Debemos aprender a usar los músculos de diferentes modos, poner el cuerpo en posiciones que nunca habíamos conocido antes. Es lo mejor por ello, ser pacientes. Aproximarse al proceso un paso cada vez, mucho más que tratar de precipitarse directamente a la conclusión. Este proceso de progresión paso a paso (Vinyasa Krama) tiene cuatro principales fases:
- Aprender la dinámica interna de las posturas paso a paso.
- Entrando en las posturas paso a paso.
- Aprendiendo las posturas en secuencias progresivamente al tiempo que el cuerpo se abre.
- Practicando las posturas en secuencias para armonizar el cuerpo mientras se abre.
Esto nos ayuda a adquirir destreza en las posturas y dinámica interna, más fácil y fructíferamente. También nos ayuda a aprender la presencia de mente, autoconciencia y aplicación de yama y niyama a nuestra práctica. Yama está orientando la práctica hacia conciencia de sensibilidad, honestidad, apertura, focalización y generosidad. Niyama esta orientando la práctica desde la conciencia de compromiso, ecuanimidad, pasión, autoconciencia y desinterés egoísta. Sin importar que motivación inspira la practica, Yoga es esencialmente una indagación en la naturaleza de la experiencia. Esta indagación es acompañada en el cuerpo a través de la acción. No es una indagación intelectual, ocurre natural e inevitablemente a través de la auténtica práctica.
Cuando la práctica de yoga es tomada como una indagación en eso que realmente está sucediendo, este esfuerzo se disuelve en una profunda, nutriente e inherente relajación. Dentro de esta relajación sujeto, objeto, acción y experiencia pierden su significancia. Esto es conocido como comprensión del vacío (shunyata), el fruto de Samadhi. Este es el regalo del yoga, dentro del cual el impuesto sentido de yo se disuelve en energíaconcienciatisakti). Fuente yogakai.com
Bibliografía consultada:
- «Yoga Dinámico, Godfrey Devereux»
- «Dynamic Yoga, Gustavo Ponce»
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