Mirate frente al espejo con los pies ligeramente separados. Mira el espejo y comprueba si tu cabeza se inclina hacia un lado. En ese caso, corrígela. Permite que el cuello se relaje y se estire, y ten cuidado! que la barbilla no caiga hacia el suelo.
Tus hombros. ¿Están uno por encima de otro? Corrígelo suavemente para que queden equilibrados. Permite que los brazos cuelguen libremente sin tensión en las muñecas ni en las manos. No tires los hombros demasiado hacia atrás, ya que puedes crear tensión en la parte superior de la espalda. Relaja la parte superior del pecho y el esternón para que la parte superior de la espalda se ensanche ligeramente. Contrae abdominales.
Carga el peso de tu cuerpo sobre los pies, primero sobre los dedos y luego sobre el talón.
A continuación, encuentra un punto medio de equilibrio. Mantén el peso distribuido de forma equitativa entre los talones, los dedos gordos y los dedos pequeños. Son tus tres puntos de quilibrio de seguridad, como un trípode.
Las caderas están equilibradas sobre cada rodilla, alineada a su vez sobre cada tobillo.
Ahora que has encontrado tu equilibrio y la postura correcta de pie, cierra los ojos un momento para sentir la posición, para que quede absorbida por tu memoria física.
Esto en Body Ballet® se conoce como una postura correcta y es el punto inicial para cualquer ejercicio.
Repira y empieza la clase.