Para ser feliz es indispensable estar a gusto con uno mismo.
A nivel físico, algunas de las cosas más importantes que nos sucede pasada la barrera de los 40 años es que empezamos a perder colágeno, lo cual ocasiona que las fibras que sostienen el cuerpo -y el rostro- se debiliten y deriven en flacidez y pérdida de definición; perdemos movilidad articular, la frecuencia cardiaca máxima disminuye, empieza a debilitarse el sistema músculo-esquelético. Lo cierto es que con la edad, suceden muchas cosas. Si a los 30 considerabas que el ballet era parte de todo el pack para cuidarte y mantenerte joven y esbelta, no lo abandones.
Si eres una persona activa que hace ejercicio de forma regular y cuida su alimentación, ¡enhorabuena!.
No existe máquina, ni crema o tratamiento que sea más eficaz para mantenerse en forma y evitar el envejecimiento, no solamente físico, también psicológico e incluso social, que estar a gusto con uno mismo y hacer lo que a uno le hace feliz.
La felicidad, y el buen hacer, dependen de uno mismo.