Galina Ulánova es una de las figuras más respetadas y queridas del mundo del ballet, considerada por muchos la mejor bailarina del siglo pasado, la Julieta por excelencia, y para quien el famoso compositor ruso Serguéi Prokófiev escribió tres ballets.
Nació el 8 de enero de 1910 en San Petersburgo en la familia del bailarín Serguéi Ulánov y la bailarina María Románova, que fueron los primeros maestros de la futura estrella. María Románova estuvo veinte años realizando solos en el famoso teatro Mariinski. Según sus estudiantes, se trataba de una mujer “buena y graciosa”.
A la pequeña Galina la llevaban al teatro cada tarde, pues no había nadie con quién dejarla en casa. Así lloviera o nevara, sus padres recorrían todo San Petersburgo a pie con su pequeña hija de la mano para llegar a las frías salas del teatro y ensayar en tensión o resplandecer en el escenario. La niña no quería aprender a bailar y lloraba siempre que la llevaban al teatro. Le encantaba pasar el tiempo de pesca con su padre, le gustaba nadar y soñaba con hacerse marinera.
Sin embargo, sus padres la mandaron a estudiar a un instituto de ballet en San Petersburgo, donde pasó tres años. En agosto de 1928 entró a formar parte del Teatro Académico Estatal de la Ópera, posteriormente llamado Ballet Kírov, donde hizo su debut en el papel de Princesa Florine en el pas de deux del Pájaro Azul del ballet La Bella Durmiente. Protagonizó La Edad de Oro (1930), Cascanueces (1934), Raymonda (1938), El lago de los cisnes (1933), Esmeralda (1935), La fuente de Bajchisarái (1934), Ilusiones perdidas (1936) y Romeo y Julieta (1940), entre otros muchos espectáculos.
Durante la Segunda Guerra Mundial se instaló en Perm (1941-42) y Alma-Ata (1942-43), ciudades lejanas de la capital. En 1944 se trasladó a Moscú por petición de Iósif Stalin, siendo nombrada primera bailarina del Teatro Bolshói de Moscú, donde estrenó el papel protagonista de La Cenicienta (1945), con música de Prokófiev especialmente creada para ella y coreografía de Rostislav Zajárov.
—”¡Querida Galina Serguéyevna —escribió a Ulánova el famoso poeta ruso Borís Pasternak—. Es usted una actriz genial. Ayer pude admirarla en la La Cenicienta con la cara empapada en lágrimas: tan intensa es la reacción que me produce la presencia cercana del verdadero talento. Mi viejo corazón le pertenece a usted.”
Es una gran bailarina rusa y se ha escrito mucho sobre ella. Sin embargo, hasta hoy día no se sabe cómo pudo convertir con tanta maestría los movimientos de baile en revelaciones del alma tan íntimas para el espectador ¿Cómo pudo lograr que cada uno de sus gestos conmoviera con ese poder emocional a los más finos conocedores del ballet? El mundo percibía a Galina Ulánova como un ideal, como un sueño dorado de la perfección y por ello la honraba.
El genio de Galina Ulánova es mundialmente reconocido. Recibió un sinnúmero de premios, no solo soviéticos y rusos, sino también internacionales. La legendaria bailarina murió el 21 de marzo de 1998. Fue enterrada en el cementerio del famoso monasterio moscovita de Novodévichi, donde yace la crema y nata de Moscú: políticos, poetas, artistas y escritores destacados.
El escritor Alexéi Tolstói la denominó como “una diosa convencional”. “Genio del ballet ruso”, fue el nombre que le otorgó Serguéi Prokófiev. “Soy de otro siglo”, declaró un día la misma Ulánova con tristeza. Fuente https://rusopedia.rt.com
Galina Ulánova, biografía.
(San Petersbrugo, 1910 – Moscú, 1998) Bailarina rusa, hija de los bailarines y profesores Sergei Ulanov y Maria Romanova. Primera bailarina del teatro Bolshoi de Moscú, fue una gran intérprete del repertorio romántico (Las sílfides, Cascanueces, Gisela, El lago de los cisnes, La bella durmiente del bosque) y actuó en los principales teatros del mundo. Obtuvo varias veces los máximos reconocimientos oficiales y en 1951 fue nombrada Artista del Pueblo. Retirada en 1963, se dedicó a impartir clases entre los jóvenes bailarines del Bolshoi.
Estudió en la Escuela Coreográfica de Petrogrado, bajo la tutela de su madre (1919-1925) y de Agrippina Vaganova (1925-1928). En agosto de 1928 pasó a formar parte del Gosudarstvenny Akademichesky Teatr Oper, posteriormente Ballet Kirov, donde hizo su debut con el papel de Princesa Florine en el pas de deux del Pájaro de Azul del ballet La Bella Durmiente.
Pronto le fueron confiados papeles principales en los ballets La Edad de Oro (1930), Cascanueces (1934) y Raymonda (1938) de Vasili Vainonen, y también en El Lago de los Cisnes (1933) y Esmeralda (1935) de Agrippina Vaganova, La Fuente de Bakhchisarai (1934) e Ilusiones Perdidas (1936) de Rostislav Zakharov y Romeo y Julieta (1940) de Leonid Lavrovsky.
Con el comienzo de la Segunda Guerra Mundial, Ulanova se instaló con toda la compañía en Perm (1941-42) y Alma-Ata (1942-43). En 1944 fue nombrada prima ballerina del Ballet Bolshoi de Moscú, donde estrenó el papel titular en Cenicienta (1945), con música de Prokofiev especialmente creada para ella y coreografía de Rostislav Zakharov. Actuó junto al Ballet Bolshoi en el Festival de Cannes de 1954, y en 1956 grabó en Londres la película Giselle. También bailó con gran éxito en París (1958) y Nueva York (1959). En 1960 dio su representación de despedida en el Teatro Bolshoi, aunque volvió para realizar una gira por Egipto y Hungría en 1961.
Desde 1959 hasta poco antes de su muerte fue profesora y maestra del Ballet Bolshoi, donde formó a bailarinas tan famosas como Ekaterina Maximova, Nina Timofeyeva, Ludmila Semenyaka o Nina Semizorova. Presidió el Jurado del Concurso Internacional de Ballet de Varna entre los años 1964 y 1972 y fue galardonada con el Premio Stalin por su contribución al desarrollo del ballet (1941). Recibió también el premio Artista del Pueblo de la URSS (1951), el Premio Lenin (1957) y el de Heroína del Trabajo (1980) por su contribución al desarrollo del arte coreográfico soviético. Ese mismo año se estrenó una película sobre su vida.