La coreógrafa Germaine Acogny enseña a sus alumnos que deben profundizar en sus raíces para poder crecer hacia lo nuevo, al igual que lo hace el árbol que podría simbolizar su Ecole des Sables, la escuela que dirige junto a su marido en Senegal.
Acercarse a la danza contemporánea en África es conocer su trabajo.
Considerada una de las cien personas más influyentes del continente africano según la revista Jeune Afrique, esta franco-senegalesa de origen beninés sigue bailando, coreografiando y enseñando a sus 71 años.
Con una larga trayectoria como pedagoga, en 1968 creó el primer estudio de danza de Dakar. Entre 1977 y 1982 dirigió, en la misma ciudad, la reputada escuela Mudra Afrique, fundada por Maurice Béjart y el poeta y primer presidente de Senegal, Léopold Sédar Senghor. Al ser cerrada con el cambio de gobierno, se exilió a Bruselas para trabajar con la compañía de Béjart.
Tras más de una década en el viejo continente, impartiendo, entre otros, cursos internacionales de danzas africanas y dirigiendo en Toulouse el Estudio Ecole Ballet-Théâtre du 3eme Monde que fundó junto a su marido Helmut Vogt en 1985, regresa a Senegal junto a él en 1995, para crear en Toubab Dialaw -un pequeño pueblo de pescadores de la Petite Côte-, l´École de Sables. Centro de referencia en el continente africano, es un gran espacio de formación profesional en danza, perfectamente integrado en la naturaleza, en el que jóvenes bailarines africanos principalmente, aunque también de otros países del mundo y artistas de otras disciplinas, pueden aprender, reflexionar, crear e intercambiar en un marco inigualable.
“Estoy muy contenta de haber sido inspirada por África y de haber dado un lenguaje específico a África. Este lenguaje es universal, porque cuando algo es específico se convierte en universal” Germaine Acogny
Formada en danzas tradicionales de África del Oeste (de Senegal, Benín y Mali), en ballet clásico y danza contemporánea (técnica Graham y release), en París y New York y en danza clásica de la India, es la única coreógrafa que ha creado, desarrollado y codificado una técnica de danza contemporánea africana que ha obtenido reconocimiento a nivel mundial.
“No hay edad para la danza. Actualmente Olivier Dubois, ha creado para mí, una nueva versión de la Consagración de la Primavera: Mon élu noir, le sacre 2. Él tiene 42 años y me llama A mi “jeune fille”, a pesar de que sabe que todo el mundo me llama mamá. Sin embargo, tengo la experiencia y vivo con la pasión de mi edad. No tengo ganas de tener ni veinte, ni treinta, ni cuarenta años, estoy orgullosa de mis setenta y uno y quiero bailar con la energía que ellos me aportan.” Germaine Acogny
Germaine baila cada día. Por las mañanas realiza sus estiramientos y cuando está en Senegal medita y camina junto al océano en un baile-oración creado por una de sus alumnas. “Es un baile silencioso y todas las mañanas lo practico, en una habitación de hotel o en el borde del mar. Todos los días”.
A nivel físico —pero también simbólico—, todo comienza en la columna vertebral. “No son las manos ni los pies quienes guían el baile”. La columna es la “serpiente de la vida”, el “árbol de la vida”, dice Acogny cuando se refiere a ese otro nivel menos corpóreo. “Es un trabajo que toca el cuerpo pero que también hace hablar lo imaginario de las personas cuando les digo (a los alumnos) que se transformen en un nenúfar o en un caracol, o cuando les pido que se enraícen en sus culturas respectivas y estén abiertos a otras culturas sin dejar de ser lo que son”.
Distinciones:
- En 1968 funda su primer estudio de danza africana.
- En 1977 dirige la escuela de danza Mudra Afrique en Dakar, creada por Maurice Béjart y Léopold Sédar Senghor.
- En 1985 funda con su marido, el alemán Helmut Vogt, el Estudio-Escuela de Ballet y Teatro del Tercer Mundo, en Toulouse.
- Actualmente dirige, con Helmut Vogt, L’Ecole des Sables en Senegal.
- Está condecorada por Francia y Senegal como Comandante de la Orden de las Artes y las Letras.
- Jeune Afrique la incluye en 2014 entre las “50 personalidades más influyentes en África”.
Fuente www.casafrica.es