El cuerpo humano está diseñado para moverse, no para sentarse.
Las clases de ballet crecen mes a mes porque cada vez son mas las personas que desean estudiar danza clásica, junto a ejercicios de otras disciplinas, en una edad adulta.
Una vida activa, donde el movimiento sea una actividad diaria (tan importante como la alimentación) es fundamental para mantener la salud de nuestro cuerpo. Por todo lo anterior (y otras razones), el trabajo adecuado de la musculatura es una fuente primaria del mantenimiento de la salud y de prevención de molestias y dolores generales, tan habituales en muchas ocupaciones laborales, y en la vida diaria y de ocio.
Cuando eres adulta, tu cuerpo no necesita la misma actividad física que en la infancia o en la adolescencia. En esta etapa, a partir de los 35 años aproximadamente, el cuerpo experimenta una caída del nivel hormonal. Por esta razón, es importante que contrarrestes este efecto con el ballet o cualquier actividad deporttiva, ya que la actividad física retrasa el envejecimiento prematuro.
Nunca es tarde para dejar atrás los malos hábitos y sustituirlos por un estilo de vida saludable: ballet, comida sana y revisiones médicas son la clave para una larga vida.
No des la espalda a tu salud: ¡fortalece tu cuerpo!
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