¿Te sientes estresada en tu trabajo?
La vida actual es muy estresante, sobre todo en el ámbito laboral. Desde las largas y exigentes jornadas de trabajo hasta la infraestructura de las oficinas modernas que, al igual que las viviendas, cada vez son más reducidas en espacio y tamaño, las condiciones se nos brindan para que caigamos en el estrés fácilmente.
Por desgracia, el estrés afecta no sólo nuestro estado de ánimo, sino también salud y desempeño, lo cual se verá reflejado en una baja productividad, más carga de trabajo, menor ingreso y por ende… más estrés.
Si bien no podemos cambiar las condiciones del trabajo o a nuestro jefe, sí podemos concentrarnos en que nos afecte poco y liberar el estrés de la oficina, teniendo así una mejor calidad en nuestro día a día.
Pequeñas distracciones.
Como bien mencionaba con anterioridad, las oficinas actuales son muy deprimentes, pequeñas y cerradas. Si trabajas en un lugar así, intenta alegrar tu vista con otros medios; yo, por ejemplo, acostumbraba llevar la foto de mi hijo y así alegrarme el día. Si cuentas con una computadora personal también puedes establecer un fondo de escritorio con alguna imagen agradable. Es un detalle pero suma.
Escuchar música.
Escucha música, si tienes la oportunidad de colocarla en tu ordenador, o bien lleva un reproductor o audífonos para no molestar a terceros. Si por tu tipo de trabajo no te es permisible poner música, aún así puedes escucharla mientras comes o en tu descanso y verás cómo te relajas.
Caminar.
Tómate un descanso y estírate, o bien en intervalos de una hora levántate y camina un poco. Si necesitas comunicarte con algún colega ve directo a su oficina en lugar de enviar un email o marcar la extensión, así tendrás tiempo de relajarte y caminar un poco.
Ejercicios en la oficina.
Realiza ejercicios aptos para oficina, ya que estar sentados tanto tiempo no quiere decir que no podamos movernos en nuestro lugar y mejor aún, ejercitarnos; están los movimientos simples como estirar los brazos hacia arriba o al frente, mover la cabeza de un lado a otro, hacer punta y talón con los pies, contraer los músculos de los glúteos, estirar la espalda, etc., hasta un tipo de gimnasia diseñada especialmente para espacios reducidos.
No trabajar en casa.
No lleves trabajo a tu casa, a menos que sea muy necesario. Intenta separar y limitar cada ambiente, no te autoexijas más de lo que puedes dar. Recuerda que trabajamos para vivir y no vivimos para trabajar, todo exceso es nocivo. Fuente imujer.com
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