Louise L. Hay: La vida es perfecta tal y como es

Su filosofía parte de considerar el ser humano como una entidad global física-mental-espiritual. Nuestros pensamientos se traducen en emociones de efectos directos sobre nuestro organismo, pudiendo bloquear sus funciones o, por el contrario, ayudándonos a acelerar el proceso de sanación.

Fue una de las pioneras y probablemente la más famosa entre los escritores de textos de autoayuda, y sólo su nombre da vida a un sinfín de foros y talleres de autoayuda en internet o en vivo, en cualquier parte del mundo. Su bibliografía es abundante (rondando la treintena) pero le supera con creces el amplio merchandising que, sin llegar al extremo de Chopra, ofrece agendas, calendarios, vídeos, velas aromáticas («del pensamiento y de la energía»), imanes con pensamientos afirmativos para la nevera («Todo lo que toco es un éxito») y hasta reproducciones de alguna pintura de la autora.

Traducida a 23 lenguas, su obra ha llegado a 33 países del mundo civilizado, y es que en el otro, entre hambrunas y guerras, es difícil buscar la felicidad, o cuando menos la tranquilidad, en afirmaciones del tipo «Me satisfago profundamente con lo que hago» o «Todo está bien en mi mundo».

Aún así, con Louise Hay ha surtido efecto la magia de sus afirmaciones y se ha convertido en una auténtica reina Midas de la autoayuda.

La prensa australiana la definió como «lo más cercano a una santa». Y, como suele ocurrir, esta bodisatva oficial no siempre tuvo la vida fácil ni llegó al mundo con claras aspiraciones de santidad. Se cuenta que su infancia fue difícil, pobre e inestable, incluyendo abusos sexuales a la edad de 10 años. En cuanto tuvo la oportunidad, y la edad legal, se escapó de casa para hacer realidad sus sueños, cualquier sueño, en Nueva York. No le fue nada mal, ya que pronto se convirtió en una modelo relativamente prestigiosa y acabó casándose con un próspero hombre de negocios.

Sin embargo, el salto más radical en su vida no lo daría hasta 14 años después, tras su divorcio, cuando empezó su camino de búsqueda interior para acabar convirtiéndose, finalmente, en una sanadora universal.

Entre los primeros intereses de Hay destacaron los temas relacionados con la salud física y su relación con nuestra actitud mental. «Sana tu cuerpo» fue su primer libro y ya entró en el mercado rompiendo diques. Viajó por Estados Unidos presentando el libro y organizando talleres y conferencias, en torno al mensaje de que son nuestros pensamientos y creencias los que provocan disfunciones en nuestro organismo y, de igual manera, pueden hacer que este recupere su equilibrio para restablecer la salud perdida.

Ella misma tuvo la oportunidad de poner en la práctica sus teorías cuando fue diagnosticada de un cáncer. Ante las alternativas más convencionales que proponían la cirugía y los fuertes tratamientos de quimioterapia, Hay desarrolló un programa intensivo de afirmaciones, visualizaciones, depuración, una dieta específica y sesiones de psicoterapia. A los seis meses, el cáncer había desaparecido.

Hay regresó a California, de donde ella es originaria, pero a diferencia de cuando salió de la casa familiar a la búsqueda de sí misma, en 1980 volvió con un proyecto muy claro de vida. Poco después publicaba su segundo libro, «Usted puede sanar su vida», donde siguió desarrollando su filosofía sobre la influencia de nuestros pensamientos en nuestras emociones y, consecuentemente, en nuestro estado de salud, y cómo, utilizando ciertas herramientas -tal como ella había hecho- podíamos cambiar nuestras creencias y, en definitiva, nuestras vidas.

Sólo de este libro se llegaron a vender más de 30 millones de copias en todo el mundo.

Las actividades de Louise Hay han desbordado con mucho a su producción literaria. Lejos de contentarse con su reputada posición como intelectual o teórica, y llevada en gran parte por sus tendencias religiosas, Hay se implicó en la acción de varias maneras. En 1985 organizó un pequeño grupo de apoyo a enfermos de sida,»The Hayride», con sólo 6 pacientes, que tres años más tarde se habían convertido en 800. Su propia experiencia afrontando el cáncer, por lo visto tuvo similares efectos positivos en la mejoría de una buena parte de enfermos de sida. Pronto la sede del grupo tuvo que trasladarse a un gran auditorio en Santa Mónica. La experiencia dio lugar a otro de sus libros, «El libro del sida: creando un enfoque positivo».

Otro de sus prósperos proyectos partió de unas tertulias literarias que tenían lugar en el salón de su casa y que acabó dando lugar a la Hay House, la editorial que ha llegado a vender más de 30 millones de copias de libros, vídeos y cintas de casete de autores de obras de autoayuda como Wayne Dyer, Joan Borysenko, Doreen Virtue y la propia Hay, entre muchos otros.

Además, ha impulsado algunas organizaciones sin ánimo de lucro para mujeres maltratadas, personas con sida y otras situaciones de marginación social, como la Fundación Hay o la Louise L. Hay Charitable Fund.

Fuera del país también ha llegado la impronta de esta mujer, como es el caso del Instituto de Filosofía de Louis L. Hay en Buenos Aires, Argentina.

Su filosofía.

Como hemos visto, su filosofía parte de considerar el ser humano como una entidad global física-mental-espiritual. Nuestros pensamientos se traducen en emociones de efectos directos sobre nuestro organismo, pudiendo bloquear sus funciones o, por el contrario, ayudándonos a acelerar el proceso de sanación.

Las innumerables «afirmaciones positivas» que nos propone -en sus libros, agendas, calendarios, pegatinas, imanes, velas aromáticas e incluso en sus pinturas- nos invitan a concentrar nuestra atención en los maravillosos regalos de la vida.

Hay quienes ven, sin embargo, su excesivo optimismo, como una forma de evasión que nos impide tirar del hilo de nuestros sentimientos para llegar a conocernos mejor y superar definitivamente nuestros bloqueos.

Los mensajes.

La vida es perfecta tal y como es.

Puedes crear el paraíso privado donde eliges vivir, a través de las visualizaciones, y de la misma manera, puedes ser la persona sana y feliz que deseas ser a través de las afirmaciones positivas.

Libros:

  • Usted puede sanar su vida.
  • El poder está dentro de ti.
  • Sana tu cuerpo.
  • ¡Vivir!
  • Ámate a ti mismo: cambiarás tu vida.
  • Amar sin condiciones.
  • El mundo te está esperando.
  • Meditaciones para sanar su vida.
  • Cosas que nunca nos dijo.

Mucha gente cree que Louise Hay formó parte de la iglesia de la Cienciología, pero en realidad se trataba de la Iglesia de las Ciencias Religiosas, en Nueva York, fundada en los años veinte por Ernest Holmes, cuya enseñanza se denomina Ciencia de la Mente. Allí se formó como ministra de Dios hasta convertirlo en un trabajo a tiempo completo como consejera espiritual. Texto: Marié Morales. Fuente crecejoven.com

 

 

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