Varios tonos de lipstick, base de maquillaje + eyeliner para un efecto smoked.
Corta, pega y colorea. Salvando las distancias con los juegos de niños, el maquillaje en el backstage es una demostración en toda regla de destreza e imaginación a la hora de mezclar productos de forma inusual para lograr resultados inesperados. “Se trata de combinar diferentes texturas y acabados”, sentencia una de las grandes gurús del make up, Bobbi Brown, rubricando la afirmación que hace Maite Tuset, Senior Artist de M.A.C, que nos cuenta que “el backstage es toda una oportunidad para poder realizar todo lo que un maquillador desea: mezcla de productos, de colores…. no existen normas establecidas. El backstage te permite mezclar texturas diferentes, utilizar todo tipo de técnicas y que nuestra imaginación vaya mucho más allá”.
De ahí que se mezclen sin licencia (o con ella) varios tonos de barras de labios para dar con el color deseado por el diseñador –la única norma establecida para hacerlo es tener en cuenta la teoría del color, tal y como nos cuenta Gato, maquillador oficial de Maybelline, “para saber cómo se consiguen colores secundarios o terciarios a partir de los primarios”–; rojos vivos con lipstick en negro para transformarlos en apetecibles tonos vino; corrector de larga duración con eyeliner en textura gel para definir unas cejas extremas, blush o barra de labios “para crear un efecto sonrojado o el efecto de una piel que pasa frío”, tal y como recomienda Antonio Serrano, maquillador oficial de Shiseido; o base de maquillaje con lápiz negro para ahondar en las posibilidades de un ojo ahumado. Son sólo algunos ejemplos de ecuaciones que dan como resultado efectos favorecedores que buscan reinventar el uso de los productos tradicionales para lograr looks únicos y personales.
La combinación de diferentes productos y texturas es un mantra en el backstage fácil de replicar en tu día a día. Basta con conocer las mezclas que funcionan en la pasarela –cuyo manual de uso nos desvelarán a continuación Tuset, Gato y Serrano, junto con Goyo Acevedo, de NARS– para poner en práctica una master class de artes plásticas. ¡Bienvenidas! Por Ana Morales para Vogue.es
No solo de color viven los labios. Sino también de texturas. Por eso, otra mezcla habitual en el backstage, fácil de replicar en la vida real, es la conjunción de labiales en diferentes acabados para “lograr la textura ideal. A veces mezclamos dos rosas exactamente iguales porque queremos conseguir la intensidad de uno y la suavidad o los destellos irisados de la otra”, nos cuenta Gato, de Maybelline. Goyo Acevedo de NARS, por su parte, ejemplifica este mix con la mezcla llevada a cabo en el desfile de Acne: “Mezclamos dos labiales, uno mate en formato lápiz y un labial con brillo, los dos en color maquillaje. La mezcla quedó espectacular”.
En la imagen, el comedido efecto vinilo de los labios a medio camino entre el rouge más tradicional y el naranja más ácido visto en Monique Lhuiller.
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