Tanto en las clases como en los ensayos, puede ocurrirle que, si bien tu cuerpo está físicamente presente y ejecutando su función (controlando las piruetas, realizando varios pliés y relevés, efectuando un movimiento…), tu mente está en otra parte.
Esto interfiere en el éxito y el rendimiento de cada uno, así como también en nuestro estado de bienestar psicológico y satisfacción.
El Mindfulness, mediante la aceptación, la atención y la toma de conciencia que le son característicos, se ha presentado como una alternativa para mejorar estos aspectos.
¿Qué es el Mindfulness? El mindfulness es una práctica basada en la meditación que consiste en entrenar la atención para ser consciente del presente. Según Jon Kabat Zinn (1994), el mindfulness es prestar atención intencionadamente al momento presente y sin juzgar. Mientras que para Vicente Simón (2007), uno de los máximos representantes del mindfulness en España, es una capacidad humana universal y básica que consiste en la posibilidad de ser conscientes de los contenidos de la mente momento a momento.
El principio fundamental del Mindfulness consiste en la atención plena al momento presente, es decir, centrarnos en el aquí y ahora manteniendo una consciencia plena en aquella actividad que estamos realizando.
El pasado ya no existe y el futuro aún no ha llegado, sólo podemos vivir el presente, así que vamos a intentar fluir con el presente totalmente concentrados y absortos en él. A nivel dancístico hablamos de la utilización de una serie de técnicas, que a continuación comentaremos. Estas técnicas nos enseñarán a mejorar en nuestra disciplina artística.
Si bien es cierto que su aprendizaje es sencillo, para ser un experto en la práctica de Mindfulness es necesario el entrenamiento diario.
Únicamente sentiremos realmente los beneficios de estas técnicas mediante el uso continuado de las mismas y su inclusión en las rutinas de entrenamiento diarias, es decir, convirtiendo esta habilidad en un hábito más dentro de nuestro estilo de vida.
Los objetivos de Mindfulness en el ámbito del ballet son los siguientes:
- Mejorar el rendimiento artístico.
- Disminuir el grado de ansiedad, preocupación y temor del bailarín.
- Aumentar la atención y concentración del bailarín.
- Aumentar el esfuerzo mantenido y la duración, intensidad y eficacia de las clases.
- Permitir una mayor conciencia de las señales internas y kinestésicas durante la práctica artística y por tanto, favorecer la prevención de las lesiones.
- Alentar una orientación hacia la maestría, enfocado en la tarea y no tanto en el resultado típico de la orientación al ego (dado que el mindfulness se asocia a la suspensión del ego).
- Aumentar la satisfacción y el disfrute que produce la práctica del ballet.
- Favorecer el cuidado de hábitos de vida requeridos para una práctica positiva del ballet.
- Favorecer sensaciones de tranquilidad, control y unidad cuerpo-mente.
Los 4 pilares del Mindfulness aplicados a la danza
Observar: tus sensaciones corporales (desde la cabeza a los pies), tus emociones, tus pensamientos y algo fundamental, tu respiración. La respiración nos ayuda a anclarnos al momento presente y así evitar pensar en lo tengo que hacer mañana o en lo que no hice ayer. Además, al practicar Mindfulness en la danza conectas con tu cuerpo y las sensaciones.
No juzgar: da igual si lo que está ocurriendo es bueno, malo, regular, genial… no hacemos valoraciones de lo que ocurre. Sólo céntrate en lo que está ocurriendo.
No comparar: cada momento, cada actividad, cada clase, sucede en un momento diferente, con unas características concretas que precisan nuestra atención. Si comparamos el entrenamiento que hice el pasado lunes con el de hoy, no estaré poniendo mi atención plena en en el presente, sino en algo del pasado.
Aceptar: es imprescindible, ser conscientes de lo que nos llega, capaces de adaptarnos a las diferentes situaciones y aceptar que hay cosas que son inevitables, como por ejemplo cometer un error, fallar una canasta, un punto, o un pase, y esto nos ayudará a tener una mejor actitud para afrontar el siguiente reto. El dolor, las equivocaciones y la incertidumbre son naturales, si las aceptamos aprenderemos a gestionarlas mejor y a utilizarlas para nuestro beneficio. Por el contrario, si nos resistimos a ellas nos producirán sufrimiento. Fuente psicocode.com