Una de las claves para concentrarse es poner el foco en la respiración. Inspirar por la nariz, espirar por la boca… Parece sencillo, ¿verdad? Sin embargo, a la hora de ejecutar los ejercicios no lo es tanto.
¿Conoces el 10-deep? Es un ritual que consiste en diez respiraciones profundas de unos dos segundos de inspiración y dos segundos de espiración con los ojos cerrados.
A partir de las sexta sientes que empiezas a olvidar en lo que estabas pensando y comienzas a escuchar sólo tu respiración. Al abrir los ojos, estás preparada para empezar la actividad. El mismo ritual se hace al finalizar la clase, culminando la vuelta a la calma. Ya sabes cómo aislarte de los estímulos que limitan tu atención y has aprendido técnicas para mejorar tu concentración en los ejercicios, ahora sólo depende de ti llevar a cabo el aquí y ahora del mindfulness también al entreno eficiente y dejar fluir la energía para llegar a tus objetivos.
¡Bienvenidos al ballet consciente!