Prepararnos para el otoño

El verano ha llegando a su fin. Ya huele a tierra húmeda. Los días se van acortando. El terrible calor que nos ha invadido este verano, ha quedado atrás. Nuestra mente y nuestro cuerpo van sintiendo estos cambios.

Por lo que debemos tomar conciencia de esta transformación externa que, sin lugar a dudas, nos afecta interiormente.

Somos parte de un todo, ya que formamos parte indivisible del Universo, el cual funciona de forma coherente y totalmente equilibrada en ciclos consecutivos y dinámicos, aunque la automaticidad en que estamos inmersos nos hace perder conciencia de estos procesos en nosotros mismos. Y aunque el ritmo de vida moderna nos aleja de los ciclos de vida naturales y la percepción de los mismos; debemos intentar asumir estos cambios y prepararnos para ellos, así evitaremos las perturbaciones a nivel psico-emocional que suele generar ir en desequilibrio con la tierra. En la medida que respetemos dichos ciclos encontraremos el equilibrio del Sistema Universal del que formamos parte.

Así pues, hemos dado la bienvenida al otoño en la península española el sábado 22 de septiembre a las 16.49 horas. Ha comenzado el equinoccio de otoño, que es cuando la Tierra esta en la posición, en la que el centro del Sol visto desde ella cruza el ecuador celeste en su movimiento aparente hacia el sur. Cuando esto sucede la duración del día y la noche prácticamente coinciden.

El otoño significa madurez, ponderación, calma, sapiencia. Es cuando todo empieza a aquietarse. Después de la luz brillante del verano, de la energía desplegada hacia el exterior, el Otoño nos invita a caminar de retorno hacia dentro, nos marca el inicio de un ciclo de vuelta personal hacia ti mismo, de un tiempo introspectivo, preparándonos para la etapa más interna del ciclo anual, «el invierno». La naturaleza se despoja de sus vestidos externos y centra sus energías en las pulsiones internas: las hojas caen, se han recogido los frutos de la tierra, y crecen las raíces hacia dentro.

Es la estación en la que recogemos los frutos de la siembra de primavera ya madurados por el transcurso del verano.

En la medicina tradicional china de los cinco elementos el otoño se relaciona con el metal. Representa las sales y minerales de la tierra cuya función es crear estructura y comunicación (en el cuerpo humano es crear tejidos como la piel o el cabello). El elemento metal está asociado a muchos aspectos internos y externos: con la dirección oeste; con el color blanco; con los órganos: el pulmón y el intestino grueso, con las emociones: tristeza, melancolía, pena y recuerdo; la nariz como órgano y el olfato como función sensorial; el sabor picante, especiado; el clima seco…

También pertenecen a este elemento, la piel que conjuntamente con el pulmón y el intestino grueso tiene importantes funciones de eliminación de desechos y tóxicos.

Los órganos que se vinculan con cada estación son los que debemos fortalecer más durante ese tiempo. Por tanto es un excelente momento para estimular los pulmones (encargados de purificar la sangre), el intestino grueso (encargado de eliminar lo que no nutre) y la piel, especialmente aquellas personas que tienen historia de enfermedades o debilidad en alguno de ellos. Los problemas de estos órganos pueden aliviarse eliminando primero los agentes nocivos y luego limpiando el cuerpo.

Es por ello que los días iniciales del otoño, (al igual que la primavera), son ideales para hacer limpieza del cuerpo, desintoxicarlo y aligerarlo. El estado saludable dependerá de un equilibrio entre las actividades hacia afuera y las actividades regulares dirigidas hacia adentro.

Cualquier problema de estreñimiento está relacionado con el intestino grueso, ya sea en el plano físico en cuanto a nuestra capacidad de nutrirnos adecuadamente, en el plano emocional o mental.

Es una temporada para dedicarle tiempo a los procesos creativos, al canto de mantras, a la limpieza tanto del intestino como de las emociones y sentimientos de los que debemos liberarnos para afrontar la tristeza y falta de luz del invierno.

El intestino grueso es el encargado de absorber el agua de los desechos líquidos que vienen del intestino delgado. Según la medicina china está asociado a los dolores de cuello y hombros por encontrarse dentro del mismo meridiano energético.

Con la respiración entra oxígeno a la sangre al entrar en contacto con él se depura, se limpia y enriquece. Los pulmones son los encargados entonces de abastecer al cuerpo del oxigeno que necesita y de eliminar dióxido de carbono, son el nexo entre el cuerpo, la mente y el espíritu… un cuerpo agitado termina por agitar la mente y viceversa.

Como ya hemos hablado muchas veces en este blog, una buena respiración, nos ayuda a mejorar la salud de nuestro cuerpo y, por supuesto, de la columna vertebral y de nuestras emociones, pero sobre todo en esta época respirar conscientemente, profundamente nos ayudará a prepararnos para la introspección a la que nos lleva el otoño.

Cuerpo, mente y espíritu se conectan mediante la respiración, mediante el control voluntario de nuestra respiración. La respiración es la única función vital sobre la que podemos influir, logrando que se unan y equilibren voluntariamente lo consciente y lo inconsciente produciendo grandes beneficios:

  • purificar la sangre,
  • aumentar la alegría de vivir,
  • limpiar los pulmones,
  • aumentar la concentración,
  • disminuir la fatiga y las secuelas del stress,
  • revitalizar la circulación y el corazón,
  • desbloquear el diafragma y con él las emociones reprimidas.

El diafragma es quien separa los pulmones del corazón, es un músculo chato y grande. Las emociones reprimidas lo van bloqueando por lo que es necesario realizar trabajos respiratorios para recuperar el correcto fluir de la energía vital entre el abdomen y el pecho… intestinos y pulmones…

Por ello recomendamos especialmente hacer pranayamas (ejercicios respiratorios), que además de ampliar la capacidad pulmonar, estimulan la eliminación, proveen de vitalidad y de energía ayudando simultáneamente a relajar el cuerpo. Como por ejemplo, la respiración larga y profunda.

Algunos ejercicios son muy buenos para ayudar al desbloqueo diafragmático:

Tumbados boca arriba en una esterilla, procurando tener bien alineada la espalda y la cabeza, inhalar hinchando el abdomen y llevando el ombligo a la columna al exhalar.

Nuevamente tumbados sobre la espalda, inhalar profundamente mientras elevamos los brazos hasta llevarlos a tocar con el dorso de las manos al suelo, (si no llegan no pasa nada, sobre todo manteniendo la alineación de la espalda) sobre nuestra cabeza para volver a ponerlos con las palmas hacia abajo y paralelos a nuestro cuerpo al exhalar, teniendo en cuenta el coordinar que nuestras manos lleguen sobre nuestra cabeza al terminar la inhalación y vuelvan a su posición inicial al terminar la exhalación.

Respiración de fuego: energizante y purificadora. Además de un pranayama es también uno de los ejercicios de limpieza muy importante para el yoga. (Abstenerse de este pranayama; los días de la menstruación, las embarazadas, hipertensos y personas con afecciones pulmonares. Aquellos con problemas cardíacos podrán hacerlo solo luego de un largo y consciente entrenamiento).

Respiración en tres tiempos, inhalar, retener y exhalar con el sonido «S», que según los taoístas es el sonido de los pulmones.

En cuanto a la alimentación para otoño, es una buena oportunidad para variar tu dieta, enriqueciéndola con el hierro de las legumbres, las vitaminas de los frutos secos, alimentos ricos en fibras, cereales integrales, vegetales y hortalizas para aumentar el tránsito y evitar la congestión del intestino grueso. La fruta no debe faltar nunca en la mesa, y más en esta época; cuando vayas al mercado, reúne un buen surtido de fruta de la estación, que además de asegurar una alimentación sana y natural, es una delicia para el paladar. También te sugerimos aumentar la ingesta de agua y líquidos, ya que el clima otoñal trae una sequedad en la boca, nariz y garganta, y además la orina es escasa.

Como hemos mencionado anteriormente el estreñimiento es una de las condiciones más frecuentes de esta época y gran parte de las personas no son conscientes de ella ni de las terribles consecuencias para el organismo. Muchas veces, la sensación de pesadez en la cabeza, presión en la nariz, dolores de cabeza, gargantas doloridas, falta de energía y muchos otros síntomas generales son resultado de esta condición. En caso de estreñimiento es aconsejable masajear el abdomen en sentido del colón ascendente, transversal, y descendente, es decir, de derecha a izquierda durante algunos minutos.

Además como es una época excelente para la purificación también es muy recomendable hacer limpiezas del colón, con enemas naturales o hidroterapias de colón.

No podemos olvidar la piel, la cual también necesita lo suyo. En esta temporada, exfoliaciones suaves en todo el cuerpo a base de sales, baños de vapor para eliminar a través del sudor, aceites naturales, duchas alternado los cambios de temperatura, masaje de drenaje linfático y por supuesto la vigilancia de la nutrición sana, redundarán también en el órgano más extenso de nuestro cuerpo que es la piel.

Con respecto a nuestra práctica de yoga, en el caso del Kundalini yoga, las kriyas que van muy bien en esta época son por supuesto las que trabajan con los intestinos como “Intestinos saludables”, o bien las que limpian y purifican el cuerpo, o aquellas que trabajan con los pulmones como “Purifica los pulmones y mejora la circulación”, en adhara yoga, iremos realizando estas kriyas durante todo el otoño. Fuente adharayoga.com

Yoga en otoño

 

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