El cigarillo del antes o del después es tan común como perjudicial para los bailarines, y es que calzarse las zapatillas de danza y no renunciar a la nicotina aumenta los efectos nocivos del tabaco.
El ballet es uno de los factores que ayuda a dejar el tabaco, ya que reduce el estrés y la ansiedad que provoca el no estar fumando y al mejorar la capacidad aeróbica supone una fuerte motivación para dejar el cigarrillo o al menos aminorar su consumo.
Pretender ponerse en forma y no abandonar la nicotina no solo supone una contradicción sino que, cuanto menos, merma la capacidad del bailarín: disminuye entre otras cosas la capacidad aeróbica del individuo; es decir, la capacidad de utilizar bien el oxígeno de la sangre, por lo que el ejercicio de cierta intensidad y sostenidos, así como aquellos que se practican en condiciones de cierta hipoxia, están moderada o seriamente mermados.
El consumo de tabaco, la nicotina y otros compuestos inhalados, con el tiempo desestructura ciertas partes de la cadena respiratoria, desde el pulmón a los vasos que llevan la sangre a las células de cualquier tejido, e incluso a estas mismas.
A los bailarines se les recomienda no fumar al menos tres horas y media antes del ejercicio pues cada cigarrillo supondría que menguase la capacidad circulatoria en sus arterias y, en consecuencia, existiría un riesgo mayor de arritmias, infartos o muerte súbita.
Hacerlo después de una clase, es mucho peor, ya que los alveolos están más abiertos y son más receptivos a captar la gran cantidad de sustancias tóxicas que contiene un cigarrillo.
Lo mejor sería quitarse de fumar, pero si no es tu intención o si lo has intentado y no hay manera procura esperar un par de horas antes de echarte un cigarrillo si acabas de hacer clase. Esto reducira el impacto del tabaco sobre tus pulmones, evitando que haya más superficie de contacto alveolar con el humo, con todos los perjuicios que ello implica.
Solo abandonando el tabaco el fumador podrá recuperar su capacidad pulmonar para una práctica satisfactoria; eso sí, paciencia, tiempo al tiempo.
Un solo cigarrillo es suficiente para que notemos cómo afecta a nuestro organismo y rendimiento, ¿no te lo vas a pensar?
Definitivamente, mallas y tabaco no hacen buenas migas.