Sylvie Guillem, a sus 21 años, era una de las principales bailarinas de la Ópera de París

El Ballet de la Ópera de París había regresado triunfante a Nueva York (en junio de 1986), desatando una ola de entusiasmo en la ciudad. Los críticos locales no pudieron sino aplaudir a los bailarines franceses, a quienes describían como «simplemente asombrosos» y «sensacionales».  Sin embargo, hay una joven estrella en ascenso que había acaparado todas las miradas: Sylvie Guillem.

A sus 21 años, era una de las principales bailarinas de la Ópera de París y su presencia prometía ser el punto culminante de esta visita de la compañía francesa que se presentó en el Metropolitan en junio de 1986.

Sylvie Guillem llegó al ballet después de ser considerada material potencial para los Juegos Olímpicos mientras practicaba gimnasia. A los 11 años ingresó a la escuela de ballet en un programa de intercambio elaborado por su entrenador de gimnasia, llamando rápidamente la atención de la magnífica Claude Bessy, ex estrella que dirigía la escuela. Con un aspecto etéreo, una gran flexibilidad y unos pies arqueados y altos, la joven bailarina evidenciaba un porte tranquilo y orgulloso que la convirtió en una presencia única sobre el escenario.

Fue a los 15 años cuando Guillem llamó la atención de George Balanchine, quien visitó la escuela de ballet. «Sabía que tenía cualidades. La gente me lo dijo. Pero, por supuesto, en la escuela había muchos buenos estudiantes. Fue un honor que Balanchine se fijara en mí», afirmó la talentosa bailarina.

Con un talento innato y un futuro muy prometedor, nadie duda de que Sylvie Guillem se convertiría en una leyenda en el mundo del ballet.

«La clave del éxito no radica sólo en poseer ciertas habilidades, sino en cómo las empleamos.» Así lo expresó Guillem, quien le otorgaron el título de étoile el 29 de diciembre de 1984, tras haber ascendido tres rangos en tan solo ocho días. Con nostalgia, recordó su interpretación de «El lago de los cisnes». Nureyev siempre brindó oportunidades a jóvenes talentosos en la Opera de Paris, aunque por suerte, en su momento, Guillem desconocía que barajaban su nominación.

Una versión de este artículo aparece impresa el 10 de julio de 1986, Sección C, Página 15 de la edición Nacional con el titular: EL BALLET DE LA ÓPERA DE PARÍS MUESTRA UNA ESTRELLA EN ASCENSO. The New York Times Company.

Prima Ballerina Sylvia Guillem. Revista Dance Magazine (1986). Foto, Peter Perazio.
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