Resetea tu organismo, organiza tu mente y controla tu cuerpo.
La meditación Zazen es apta para todos aquellos que buscan equilibrio.
¿Qué quiere decir realmente meditar? Antes de dar la respuesta correcta empecemos describiendo lo que no significa. No quiere decir dejar la mente en blanco («eso es imposible», afirma el maestro Zen Pablo Yañez); tampoco es una práctica simple o sencilla y ni siquiera es apta para todo el mundo.
Meditar es encontrar el equilibrio, la felicidad y la libertad. Es dejar que los pensamientos fluyan y detener la dualidad en la que habitualmente vivimos (el tengo que, deseo que…). Es no dejar que los pensamientos te condicionen, llevar tu atención a otra cosa, tomar el control. Ser consciente de que formas partes del cosmos. Es respirar, estar consciente, abrir tu mente y tu espíritu y sobre todo mirar a tu interior.
Una vez quedan claros, a grandes rasgos, estos conceptos podemos elegir entre distintos tipos de meditación. Una de las más practicadas en el mundo es el Zazen, o meditar sentado. «Zazen es sentarse a meditar en la Posición de Loto del Yoga, según el Budismo Zen, y se basa en la inmovilidad», explica Pablo Yañez. «El estado de conciencia del Zen no persigue anular el pensamiento, sino concentrarse en la postura, en la respiración y en el aquí y el ahora».
¿Y que conseguimos a través de la práctica de esta técnica oriental milenaria? «Despertarnos y darnos cuenta de que sólo somos una gota en medio del océano. A partir de esta experiencia espiritual surge la paz con uno mismo y con los demás. Además, al concentrarnos podemos saborear cada instante y sentirnos más libres». Y luego aplicar todo lo aprendido a nuestro día a día. Por Verónica Román. Vogue España