Un Arabesque trabaja la parte baja de la espalda y las piernas; y el torso, que no esta blando, sino encorvado enérgicamente, sujetado desde la cintura.
La columna cumple la misma función que se les supone a las columnas en arquitectura: la de sostén, con la particularidad de que debe mantener un elevado grado de flexibilidad para ajustarse adecuadamente al movimiento. Los hombros hacia atrás y abajo y la inclinación de la barbilla ligeramente hacia arriba.
Mantén la postura y levanta lentamente la pierna recta, detrás tuyo. Concéntrate en mantener el torso erguido manteniendo la pierna a la altura de la cadera (girada levemente) y desde allí, hacia arriba.
Una vez que esto ya esta colocado (el arabesque hecho) levanta la pierna un poco más alto, sube a demi- pointe, a la punta, levanta los brazos por encima de barra, colocar los brazos sobre la cabeza en la quinta posición etc.etc.etc.
Cuando se trabaja sobre una sola pierna, el punto de apoyo no es únicamente el lugar más importante: si no está acompañado por un sólido trabajo de espalda, es posible que por más colocación y esfuerzo que apliquemos, el torso no nos acompañe y se convierta, en vez de en una ayuda, en un peso y un obstáculo para el movimiento.
