Hacer ejercicios de yoga siempre es bueno para nuestro cuerpo, pero existe un tipo, el kundalini yoga, que trabaja especialmente el suelo pélvico, fortaleciéndolo y convirtiéndose en su mejor aliado.
El kundalini yoga es una técnica milenaria que equilibra cuerpo, mente y espíritu. Se le conoce como el yoga de la Conciencia, y es considerado una de las prácticas más poderosas del yoga. Se comenzó a aplicar en Estados Unidos en la década de los setenta para temas relacionados con la salud tanto física como mental, haciendo especial hincapié en la musculatura pélvica de la mujer.
Este tipo de yoga está relacionado con el aumento de la energía sexual, aunque la razón es puramente física: cuanto más tonificado esté tu suelo pélvico, mayor será la sensación de placer que experimentes al tener relaciones sexuales y aumentará la capacidad de alcanzar orgasmos más intensos.
Con el kundalini yoga se trabaja directamente el suelo pélvico a través de las bhandas o cierres, que son posturas especiales para retener la energía generada mediante la respiración. Lo ideal es acudir a profesionales de este yoga para que estudien tu caso particular, y lo adapten a ti. Pero te damos unos sencillos pasos para tomar conciencia de tu suelo pélvico según el kundalini y que, además, sirven de calentamiento antes de iniciar esta actividad.
- Siéntate y observa la zona de la pelvis que contacta con el suelo o la silla. Respira profunda y pausadamente.
- Para relajar la musculatura de la espalda ayúdate de la musculatura del suelo pélvico y de la zona del pubis, contráela y elévala hacia arriba.
- El eje del cuerpo se irá colocando en el centro del tronco, desde la cabeza hasta el tórax y la pelvis. Utiliza tu ritmo respiratorio para guiarte.
- Lleva la barbilla suavemente hacia la garganta y percibe como la zona cervical se relaja y se estira. Al sacar el aire, prolonga tu cuerpo desde la base de la pelvis hacia el suelo y desde tu coronilla hacia el techo.
Sentirás como el aire llega del tórax, el abdomen y al suelo pélvico. Cuando saques el aire trabaja con la musculatura desde el suelo pélvico y pubis, permitiendo que el pubis suba y la espalda se estire progresivamente. Así serás plenamente consciente de tu suelo pélvico. Fuente centradaenti.es
La importancia del suelo pélvico
El suelo pélvico o periné es un conjunto de músculos dispuestos en capas, situados en la parte de abajo de la pelvis.
La pelvis tiene forma de recipiente abierto y su contenido son órganos vitales del cuerpo como los intestinos, los órganos sexuales o el sistema urinario. Una de las funciones principales del suelo pélvico es actuar de “tapa” inferior de este recipiente, sosteniendo así las vísceras.
El suelo pélvico actúa en multitud de situaciones cotidianas como subir escaleras, correr, toser, cantar… Además de aguantar el contenido del abdomen, actuando en sinergia con los músculos abdominales y de la espalda, encontramos los músculos que corresponden a los diferentes orificios o esfínteres que regulan el paso hacia el exterior.
El suelo pélvico de un hombre y de una mujer es bastante diferente. El de la mujer presenta una estructura más abierta, pues, en determinado momento, ha de estar preparado para el parto, y tiene más orificios. Es por este motivo que puede verse debilitado (de por sí se trata de músculos bastante potentes) si no se trabaja y se gana consciencia de la zona. Además, algunas prácticas deportivas intensas como la gimnasia deportiva o el ciclismo, pueden perjudicarlo seriamente.
A todo esto hay que añadir que se trata de una zona que durante mucho tiempo fue tabú. Ha sido deliberadamente olvidada por los prejuicios de la moral y, en consecuencia, se ha producido una des-educación y falta de cuidado que puede acarrear ciertos problemas de salud como prolapsos (desprendimiento de alguno de los diferentes órganos que contiene la pelvis), pérdida de elasticidad, estreñimiento, pérdidas de orina etc. Problemas que afectan tanto a hombres como a mujeres.
En el yoga existen técnicas muy antiguas que actúan sobre el suelo pélvico, mejorando el funcionamiento de los órganos internos y evitando la pérdida energética que puede producirse por una excesiva atracción de la tierra. Estas técnicas, como el MULABANDA, que consiste en la contracción y retracción del ano, o el ASVINI MUDRA, que combina una contracción de todo el suelo pélvico con un movimiento de presión en sentido contrario, se realizan junto a ejercicios respiratorios y de control de la energía (PRANAYAMA) o para reforzar el efecto de determinadas ASANA (posturas).
Además, el yoga comprende que, entre el ano y los órganos sexuales se encuentra MULADHAR, el centro energético raíz que nos conecta con la tierra y con todo aquello que nos da forma y sostén, y dónde, según algunas tradiciones, reside la KUNDALINI, que es la energía que debe ser despertada para que suba hasta la coronilla, produciendo la “iluminación” o “despertar” de la conciencia.
Vale la pena reconsiderar la consciencia y el cuidado de nuestro suelo pélvico para mantenernos sanos y en equilibrio, previniendo futuros problemas de salud.
La exploración y el trabajo en el suelo pélvico propuesto por diferentes técnicas, como el programa de Periné en Movimiento de Blandine Calais-Germain, o el mismo yoga, son, además, una oportunidad para realizar un pequeño viaje hacia lugares que nos conectan con la tierra, con nuestra feminidad o masculinidad, con la energía primordial que nos mueve, con el instinto y con la pulsión vital. Fuente yoga-mar.blogspot.com.es
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